Después de escuchar eso, Arianne sintió que su corazón se apretaba. Ni siquiera se atrevió a pensar en cómo los secuestradores habían torturado hasta la muerte a Mateo antes de cortarle el dedo.

Cuando vio lo audaz que era Geralt mientras pasaba por el cordón para entrar en la sangrienta escena del crimen, Arianne se preocupó un poco. “¿No contaminarías la escena del crimen?”.

Geralt se detuvo en seco para mirarla antes de indicarle que se adelantara. “No te preocupes, la investigación aquí está hecha. El cordón se quitará en cualquier momento. Lo que yo quería mostrarte está aquí”.

Arianne frunció el ceño mientras caminaba vacilante unos pasos hacia adelante; dentro del área acordonada había una silla de madera que estaba llena de polvo. También había algunos trozos de cuerda esparcidos y salpicaduras de sangre que ya habían comenzado a volverse negras. La escena ante ella era extremadamente escalofriante hasta los huesos.

Luego, Geralt se inclinó mientras lentamente retiraba un t