Cuando Arianne no consiguió su respuesta, ella continuó: "¿Qué? ¿Tienes dinero para perder el tiempo afuera pero no tienes para tu esposa?”.

"Lo tengo". Un indicio de una sonrisa críptica apareció en los ojos de Mark.

Después de colgar la llamada, él inmediatamente le transfirió algo de dinero desde su teléfono. La sonrisa en sus ojos se deslizó hasta sus labios.

Aery no podía evitar sentirse celosa cuando notó el aparentemente buen humor de Mark después de recibir la llamada. “Mark querido, ¿quién era esa? Pareces muy feliz después de recibir esa llamada…”.

La sonrisa en el rostro de Mark se redujo instantáneamente mientras respondía con indiferencia: "Nadie en particular".

Helen notó la situación y susurró: "Aery, ¿no estás hablando mucho? ¿Ni siquiera la comida puede tapar tu boca?”.

Aery cerró la boca con molestia. El instinto de una mujer siempre era muy preciso. La persona que llamó a Mark hace un momento definitivamente no era una persona común.

Arianne miró la notifica