Arianne se desplomó contra su escritorio con la moral baja. “¿Cómo se supone que voy a presentar mi caso? Si eso es cierto, entonces mi nombre está limpio. Pero, ¿qué pasa si no podemos obtener esa evidencia incriminatoria sustancial de que Shelly lo hizo, mmm? Eso se convertirá en una difamación, y entonces, ¿qué pensará Mark de mí? Estamos divorciados. Nuestra relación es un poco irritable ahora; simplemente no es tan estable como solía ser. ¿Honestamente? No me atrevo a apostar los restos inestables de nuestra relación actual por esto”, murmuró. “Además… confío en sus capacidades. Estoy segura de que descubrirá la verdad a través de su investigación. Y será mucho mejor si se entera por sí mismo en lugar de escucharlo de mí, ¿verdad?… Dios, si el sospechoso fuera literalmente cualquier otra persona en el mundo, lo delataría sin pestañear. ¡Pero es la mald*ta Shelly-Ann Leigh! No puedo permitirme ser impulsiva e imprudente aquí, y sabes por qué, Sylvain. Supongo que tendré que... sopo