Henry regresó a casa poco después.

Mary sacó los artículos que le habían comprado a Henry. “Henry, Ari te las ha comprado para ti. Ese abrigo es especialmente bonito; Yo mismo ayudé a elegirlo. Deberías probártelo más tarde".

Arianne se sentía un poco preocupada ya que Mary fue quien lo compró en lugar de ella. Arianne se vería en una situación difícil si no traía ningún regalo para Shelly. Sin embargo, incluso si lo hiciera, Shelly podría quejarse e incluso criticar el regalo que le habían dado. Por lo tanto, Arianne pensaba que era mejor no regalarle nada, ya que ella no necesitaba ganarse el favoritismo de Shelly. Mary solo hizo eso para fastidiar a Shelly, pero descuidó el hecho de que a Arianne le resultaría difícil escaparse de lo inevitable más adelante.

Henry miró a Arianne y notó que su rostro había palidecido. Sabía que debía rechazar los regalos si no quería que Arianne ofendiera a Shelly. Sin embargo, en lugar de rechazarlo, sonrió feliz y dijo: “En ese caso, muchas grac