Sylvain frunció el ceño. “A tus ojos, ¿realmente crees que tu propio país no se puede comparar con el país con el que estás casado? Realmente no encuentro que el extranjero sea tan bueno".

Ursula se rio. "No quise decir eso. ¿Estás tratando de decir que soy desleal a mi propio país? Es simplemente porque me he acostumbrado al estilo de vida en el extranjero. Syl, ¿me has llamado para decirme que has cambiado de opinión? ¿Te irás conmigo?”

Sylvain frunció los labios y se armó de valor para decir: "Lo siento, mamá, pero realmente no puedo ir contigo. Me gusta estar aquí, tengo un trabajo que me apasiona y una persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. ¿Podrías considerar mi situación de vez en cuando? No te culparé más por abandonarme y casarte con otra persona sin siquiera contactarme todos estos años, ya que esa fue tu elección. Todo lo que te pido es que no me uses como una de tus ventajas en tu matrimonio. Si eres capaz o no de mantener tu matrimonio no tiene nada que ver