Después de confirmar que los cangrejos no estaban completamente prohibidos, sino que solo debían comerse con moderación, se relajó. Últimamente estaba particularmente interesada en los mariscos.

Durante la cena, Arianne se comió dos patas de cangrejo y dejó de comer más cangrejos. En cambio, se centró en comer otros platos.

"¿El sabor no es de su agrado, Señora?" Mary preguntó cuando vio esto.

Arianne negó con la cabeza, "No, son deliciosos".

Mary frunció el ceño, "Por la cantidad de langostinos que comió antes, este cangrejo no debería ser suficiente para usted. Debería comer un poco más ...” A Mark no le gustaban los mariscos, así que si Arianne no se los comía, los tirarían a la basura. Mary era trabajadora y ahorrativa en la gestión de su casa, por lo que le dolía el corazón al pensar en el desperdicio.

Arianne miró a Mark y le explicó con torpeza: "Realmente no tengo ganas de comer hoy..."

Esta era la única excusa que tenía para lidiar con la situación. Por lo tanto, tenía demasia