Jackson estaba tan cerca de soltar una ráfaga de sus peores maldiciones. Arianne se acercaba rápidamente, ¡por el amor de Dios! ¡¿Qué pasaría si ella viera todo este espectáculo?!

Janice fingió luchar por liberarse, pero parecía más como si estuviera cortejando más de esto. “¡Oh, Señor Tremont! Está borracho, ¿no? ¿Ha vuelto a tener otra pelea con su esposa?”.

La sola mención de Arianne elevó la frustración de Mark a otro nivel. “Urgh, ¿podemos no mencionarla? ¿Crees que no sé qué tan lejos has llegado para acercarte a mí? Oh, ¿estás haciendo todo esto solo porque quieres ‘devolverme el favor’? Por favor. El hecho de que no quiera ser un mujeriego no significa que no sepa cómo son ustedes las mujeres. Quiero decir, si soy honesto, tampoco eres exactamente la última opción. Quiero decir, tu presencia la molestaría, pero aparte de eso, estás... bien...".

Por supuesto, Janice era muy consciente de que Mark no tenía sentimientos genuinos por ella; el borracho la veía como un apoyo para