Se había atado a la fama y las expectativas de un "renombrado diseñador de moda", y sabía que Jessica podría arruinarlo fácilmente con eso. O Jessica se cae sola o él muere con ella; ya era hora de que Sylvain tomara una decisión.

Todavía podría lucir la gloriosa fachada de prestigio en público, pero sabía que no era así. Su vida actual había dejado de proporcionarle siquiera una sombra de inspiración para el diseño, y no había producido ningún trabajo excepcional durante al menos medio año. Se había convertido en nada más que un mantenido inútil de una mujer.

Jessica tenía razón al sospechar de su motivo oculto para regresar. Sí, era por Robin Cox, la chica con un nombre más acorde con su personaje. Ella era un petirrojo feliz y gorjeante en un día soleado y brillante. Siempre que Sylvain estaba con ella, también sentía que se reconocía su personalidad. Sintió como si se estuviera reanimando lentamente, y su creatividad, reprimida durante medio año, comenzó a ver signos de vida.

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