En ese momento, Tiffany no se atrevía a respirar demasiado, temiendo que sus lágrimas arruinaran su maquillaje.

El sacerdote luego la miró y le preguntó: “Srta. Lane, ¿acepta al Sr. West como su legítimo esposo? ¿Prometes serle fiel en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la salud, amarlo y honrarlo por todos los días de tu vida?”.

Tiffany se atragantó y dijo firmemente: "¡Sí, quiero!".

El sacerdote sonrió suavemente: "Ahora pueden intercambiar sus anillos".

La novia y el novio sostuvieron el anillo para cada uno y se los pusieron en los dedos de anillo de boda. Antes de que el sacerdote pudiera siquiera decir que podía besar a la novia, Jackson se apresuró e impaciente besó a Tiffany en los labios. Aparte del sabor del lápiz labial, él podía saborear sus labios. Finalmente, ella era suya.

Los vítores de Summer fueron los más fuertes entre los invitados bajo el escenario. Ella no se molestó con los protocolos de ser la esposa de un hombre rico, aplaudiendo con entusias