Un mero híbrido

KING KARIM--

—¿Qué pasó? —preguntó Jago.

Escupí sangre y apreté mis manos en mi cintura.

Mi mirada se dirigió a Sekani. Me miró y apartó la mirada. Sabía que tenía mucho que decirme, pero sabía que éste no era el momento adecuado. Habíamos decidido separarnos y buscar a Atenea en esa pequeña reunión.

La persona que vio Jago no fue Atenea, pero cuando nos separamos no me resultó difícil localizar a Atenea con su olor. Supongo que ella también percibió mi olor porque se giró bruscamente y yo me agaché, escondiéndome de ella. Seguí mirándola mientras hablaba con la chica que estaba a su lado y seguía buscándome.

La chica le había dado un pañuelo para esconder su cabeza y se escabulló entre la multitud.

Me dolió el corazón al darme cuenta de que estaba huyendo de mí, pero era mejor que dejara la multitud porque no quería causar drama entre los humanos, y mis instintos me decían que Morfeo estaba acechando en alguna parte, y si me veía cerca de ella, él sería quien comenzaría el drama.

Me
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