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CAPITULO 4 “Reclamando lo que es mío.”

(junio 9, 2018 Nueva York, N.Y)

(Alexeí Danko/ Rey de la Bratva)

        

Cómo es posible que alguien tan delgada y con la apariencia de ser frágil y delicada tenga el suelo tan pesado?

        

Hace calor y mucho, ella ha comenzado a moverse, el calor la hace sentirse incómoda.

-Señor tenga, el calor puede hacerle daño.- me dice Iván, ofreciéndome un vaso de agua con hielo.

-Gracias Iván espera afuera.- le ordeno, ya que no lo quiero en la recamara.

-Si señor.

        

La estoy observando y veo que está despertando, se mueve y la veo intentar salir de la cama cuando le digo

-Por fin despiertas estúpida, si sigo subiendo la calefacción, nos asaremos de calor!

No me muevo del sillón frente a la cama, ella al escucharme solo me observa, sus ojos son hermosos, de un verde intenso, una combinación exótica con ese cabello de color caramelo rojizo. No puedo dejar de notar su belleza y fragilidad y su voz dulce, serena y melodiosa  se escucha al preguntar con un dejo de sorpresa.

-¿Quién es usted y qué hace aquí?

        

No debo dejarme impresionar por su apariencia, ella comenzó esto y debe pagarlo.

-Yo soy quien hace las preguntas estúpidas, así que dime en donde ésta mi hijo?- le pregunto con un tono frío y duro que siempre intimida a todos.

-Su hijo?, perdón pero yo no le conozco y no sé quién sea su hijo!- me responde en su voz puedo notar el miedo.

-DEJA DE MENTIR, TU M*****A PERRA TE METISTE A MI CAMA HACE UNOS AÑOS Y TUVISTE UN HIJO, ESE NIÑO ES MÍO Y LO QUIERO AHORA!- vi su reacción cuando me escucho, era de sorpresa y claro que la sorprendí, pues ella debió pensar que no la encontraría.

-Señor no sé quién es usted y le aseguro que yo nunca he estado en su cama, mucho menos he estado embarazada o tenido un hijo.- me dice tratando de mentirme y a mí no me gusta que me mientan, veo la mirada de terror en sus ojos y tratando de usar eso a mi favor me levanto para acercarme y sin decirle nada le doy una bofetada que la envía hacia atrás sobre las almohadas y le grito.

-HACE TRES AÑOS, TU M*****A PERRA ME DROGASTE Y TE METISTE EN MI CAMA, PUEDE QUE NO VIERA TU CARA EN LA OSCURIDAD, PERO RECUERDO BIEN TUS GRITOS DE PLACER MIENTRAS TENIAMOS SEXO Y MIS INVESTIGACIOBES ME DICEN QUE FUISTE TÚ; ASÍ QUE DIME EN DONDE ESTA MI HIJO?- mientras le grito llevo la mano a la pistola que siempre llevo y sacándola la acerco a ella que no se ha movido y pongo la pistola en su cabeza amenazando con disparar si no habla.

        

La veo temblar de miedo y el terror en sus ojos es real, pronto me dirá lo que quiero saber, así podré tener a mi hijo a mi lado.

        

Pero lo que dijo fue muy diferente a lo que esperaba, pues no me dijo dónde estaba mi hijo, sino que empezó a decirme mentiras

-Señor por favor créame yo no le conozco, usted debe estar en un error y yo nunca he tenido sexo con….- No la dejo terminar, ya lo he investigado, ella es aquella mujer por lo que molesto, jalo del gatillo, la pistola no estaba amartillada por lo que solo se escuchó un clic y le grito

-DEJA DE MENTIR, SABES BIEN QUE TENDRE A MI HIJO DE UNA U OTRA MANERA, ASÍ QUE ENTREGAMELO AHORA.

-Por favor créame, yo no he tenido ningún hijo, nunca he estado embarazada, debe estar en un error.- Comienza a decirme por lo que me acerco aún más y sujetándola del cabello y jalándolo para que me vea a la cara , puedo notar que tiene miedo, pero no deja de mentir.

        

Acaso creyó que nunca la encontraría, que no daría con ella tras abandonar la universidad, no he terminado de castigarla, no cuando todo indica que tuvo un hijo mío, resultado de aquella noche en que ella tuvo la osadía de drogarme para robarme y meterse en mi cama.

        

Suelto su cabello, aventándose en la cama y rápidamente subo sobre ella colocando mis piernas a ambos lados de su delgado y pequeño cuerpo. Sujeto sus manos con una sola de las mías, son tan pequeñas y las llevo sobre su cabeza, esa posición no le permite mucho movimiento.

        

Veo el terror en su mirada, además esta agitada y su respiración es rápida, señal de que pronto sedera por miedo y me entregara a mi hijo y para agrandar su pánico a que la vaya a matar apunto la pistola a su vientre mientras le digo

-Así que quieres seguir mintiéndome, pues bien yo voy a revisarte; no debes tener vergüenza m*****a zorra, ya que no será la primera vez que ponga mis manos en ti.- y poniendo la pistola a un lado, comienzo a tocar su cuerpo, ella es bella y viéndola desde mi punto de vista, ella es mía, ella misma se metió en mi cama, porque no disfrutar de lo que me fue dado ya una vez.

        

Así que sigo tocando su cuerpo con la mano libre mientras ella intenta inútilmente de resistirse. Carajos como si ella pudiera hacer algo, solo la diferencia de sexos la nulifica y sumando la diferencia de peso y estatura además de la fuerza, sus esfuerzos son totalmente inútiles y desgastantes.

        

Al tocarla trato de recordarla y noto que es más delgada, y hasta algo más pequeña, pero no es ella, no puedo equivocarme. Bajo un poco sus bragas y noto una cicatriz a un lado de su vientre por lo que le pregunto.

-Si no tuviste un hijo de que es esta cicatriz?

-Es de una apendicectomía, está muy de lado para ser una cesárea no cree?-me responde en tono sarcástico.

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