Clayton tocó cuidadosamente la nariz de Nicole. Sus ojos eran tiernos.

Él tenía el corazón roto.

Sin embargo, Nicole se olvidó rápidamente del dolor.

En pocos segundos dejó de sentirlo.

Al frente, el chófer tosió.

“Señorita, ¿a dónde nos dirigimos?”.

Clayton y Nicole se separaron al instante. Solo entonces se dieron cuenta de que su distancia de hace un momento parecía demasiado cercana.

Nicole, quien siempre había estado alerta, ni siquiera se dio cuenta de que su distancia segura se había acortado.

Sentía el rostro un poco caliente mientras se mordía el labio inferior para calmarse.

“Al apartamento”.

Clayton sonrió ligeramente al escuchar esto.

No le dio más importancia al asunto de su nariz y respondió a su pregunta anterior.

“El Pequeño Michael estaba durmiendo, así que pasé a recogerte”.

“¿De verdad solo estabas de paso?”.

Nicole estaba sorprendida. Era claramente la dirección opuesta.

“Sí, estaba en el camino”.

‘Bueno, si él lo dice…’, pensó Nicole.

El chófer int