Quinn e Ingrid, quienes habían estado fuera del país durante mucho tiempo, aparecieron frente a todos.

La multitud estaba ligeramente sorprendida.

Quinn lloró tan pronto como vio al Viejo Amo Ferguson y corrió hacia él.

“¡Papá, tienes que ayudarme! Eric me mandó lejos. A él ya no le importa esta familia. ¡Él siempre ha sido un rebelde y simplemente no le importa la supervivencia del resto de la Familia Ferguson! ¡Aunque sea mi hijo, no puedo soportar esto más!”.

Quinn era la madre biológica de Eric. Ahora que ella había venido a acusar a Eric, los demás sintieron que Eric ni siquiera podría defenderse a sí mismo.

El rostro de Eric estaba tranquilo y con una frialdad enorme en sus ojos. Él miró a Quinn sin cambiar de expresión.

Ingrid se portó bien porque temía el poder de Eric y no se atrevía a hacer nada.

Quinn se preparó, quería darle una lección a su hijo.

Ella lloró y miró a Eric, luego miró a los demás.

“Mi esposo todavía tiene algunas acciones. Respaldo oficialmente la d