Clayton se rio y dijo en un tono alegre: “No voy a volver a Libertad en un futuro cercano. Mis amigos me dijeron que vivir en un hotel a largo plazo sería difícil para conseguir una novia, así que me compré una casa”.

De repente Nicole sintió su rostro un poco caliente. Se preguntaba si Clayton estaba decidido a cortejarla, por lo que había comprado una casa y planeaba quedarse en Mediania a largo plazo.

Los dos no hablaron durante el camino hacia La Gran Mansión.

El conductor puso una vieja canción para relajar el ambiente.

El coche estaba demasiado silencioso.

“Ya llegamos, Señor Sloan. Los coches de los que no son residentes no pueden entrar”, le recordó el conductor.

Clayton sonrió. Parecía cálido y modesto cuando se giró para mirar a Nicole.

"¿No quieres hablar conmigo?".

Nicole se quedó atónita, luego sacudió la cabeza. “No…”.

Clayton preguntó: “¿Quieres entrar a echarle un vistazo?”.

Él tenía miedo de que ella se negara y rápidamente agregó: “El Pequeño Michael me pidi