Nicole se congeló de repente ante las palabras de Yvette.

Yvette se acercó a Nicole y le explicó en un susurro.

“Estas personas no son rival para ese tipo. ¡Solo tienes que estar tranquila y darle una oportunidad para que actúe!”.

Nicole frunció el ceño.

Ni siquiera un minuto después, la situación dio un giro.

Aquellos pandilleros de cabello colorido aullaban miserablemente. Algunos huyeron mientras otros gritaban que llamaran a la policía.

Nicole dijo: “¿Es su primer día en una pandilla? ¿Por qué llamarían a la policía?”.

Yvette también miró a esos pandilleros con degradado. “Estos pandilleros se vuelven más débiles cada año. ¿Cómo pueden estar en una pandilla semejantes cobardes?”.

Clayton todavía se veía amable y elegante, pero su ropa estaba un poco desordenada, por lo que parecía un poco más frío y desenfrenado.

Yvette agitó la mano. “Oye guapo, no estás herido, ¿verdad?”.

Clayton sonrió implícitamente. “No”.

Él miró a Nicole, recogió el teléfono que estaba tirado en el