Cuando la luz del sol se deslizó perezosamente por la ventana y brilló en el rostro de Nicole a través del espacio en la cortina, creó sombras oscuras en las cortinas que cayeron en cascada al suelo.

Nicole todavía estaba un poco mareada y no del todo despierta por la resaca.

Ella abrió los ojos con pereza, se los frotó y rápidamente se adaptó a la brillante y vacilante luz del sol.

Era una mañana brillante y la habitación estaba caliente.

Sin embargo, Nicole se puso rígida y abrió mucho los ojos.

‘Bebí demasiado, ¿y luego qué? No recuerdo nada… Parece que ese vino es bastante fuerte. Siempre he sido una buena bebedora, pero ¿me emborraché?’.

Cuando ella miró hacia abajo, vio que su ropa seguía siendo la misma que la de la noche anterior; solo que un poco desordenada.

En ese momento, Nicole se sintió aliviada. ‘¡Supongo que pude regresar a la cama incluso después de beber demasiado anoche!’.

Pensando en eso, ella fue a refrescarse y se duchó con la mente confundida.

Media hora