Las otras tres mujeres eran delgadas.

Sadie frunció el ceño, levemente insatisfecha.

“Las reglas no pueden cambiar solo porque tú lo digas…”.

“Todo es para ser justos…”.

Eric estaba ahí, molesto. ¡Las mujeres parlanchinas de allí eran realmente irritantes!

Cuando escuchó que querían separarlo a él y a Nicole, miró a la gorda Yuliana y sus ojos no pudieron evitar volverse fríos.

Justo cuando quería decir algo para arreglar las cosas, él de repente vio a Nicole girarse hacia el otro lado.

Nicole dijo: “Entonces tú y el Señor Ferguson serán un equipo. Yo iré al otro”.

Yuliana sonrió. Ella no esperaba que Nicole aceptara tan fácilmente.

Estaba claro que la reconciliación entre estos dos estaba realmente fuera de discusión.

¡Había llegado su oportunidad!

Nicole saltó al otro bote y Eric miró a Yuliana con ojos sombríos. Ella extendió la mano para dejar que él la ayudara, pero su mirada solo la recorrió con indiferencia. Luego, él se dio la vuelta, con frialdad.

A él no le import