Nicole festejó con ellos hasta pasada la una de la madrugada y ganó muchas rondas de póquer.

Aunque Nicole podía ver que todos se dejaban ganar intencionalmente, no pudo resistir la tentación de jugar una ronda tras otra.

Finalmente, Nicole solo se detuvo después de ver las ojeras y los ojos miserables de Mikayla de tanto perder.

***

Al día siguiente, Nicole durmió hasta media mañana. Fue inteligente al encerrar a Tigger afuera de la puerta la noche anterior para que nadie la molestara.

El sol se filtraba perezosamente sobre su cara, pero Nicole se limitaba a darse la vuelta y a seguir durmiendo.

De repente, sonó su teléfono.

‘¡Maldita sea, se me olvidó silenciarlo!’.

El timbre era incesante, así que Nicole tomó el teléfono con irritación. Cuando vio el identificador de llamadas, se quedó aún más desconcertada.

“Yvette Quimbey, ¡¿tienes algo contra mí para no dejarme dormir en paz?!”.

Yvette se quedó atónita durante unos segundos y luego se rio a carcajadas.

“¿Sabes de lo qu