Eric se sintió un poco angustiado.

¿Acaso Selena estaba asustada por su amenaza?

Eric bajó su cabeza y la reposó sobre el cuello de Selena. Se quedó así unos minutos, pero Selena no se atrevía a moverse. Ella incluso esperaba que el tiempo se detuviera en ese momento.

Sin embargo, no se detendría.

Lentamente, él se alejó de ella y arregló su ropa desordenada.

Él la miró y frunció los labios. Su rostro bien definido era algo inaccesible, mientras que su voz era grave y fría.

“No quiero amenazarte con algo. No me importa el bar o ese niño bonito. Es mejor si puedes considerarlo por tu cuenta, pero si no puedes, puedo ayudarte”.

Él la estaba insinuando con frialdad.

¿Cómo podía Selena no entender su advertencia?

"¡Eres despreciable!".

Rápidamente, Selena se sobresaltó y golpeó la cama para ventilar su insatisfacción.

“¿Cuál es la diferencia entre tú y un ladrón?”.

Eric sonrió, pero sus ojos eran un poco fríos.

“La diferencia es que los ladrones simplemente lo harían sin previ