Nicole pensó: 'Eric Ferguson me está hablando del anillo perdido solo para apuñalarme en el corazón, ¿eh? Él es realmente cruel... Pero, después de acostumbrarme a que me apuñalaran tantas veces, mi corazón está ahora tan duro como una roca'.

Eric frunció aún más el ceño. Estaba a punto de decir algo cuando Ian Carter se acercó rápidamente desde no muy lejos después de notar el movimiento aquí. "Mi Diosa Nicole…”.

Al escuchar este nombre, Nicole no podía evitar sonreír.

El triste recuerdo evocado por Eric Ferguson de repente se volvió insignificante.

No valía la pena sumergirse en la tristeza del pasado.

Ian se acercó y, con toda naturalidad, envolvió su brazo alrededor de los hombros de Nicole. Miró de reojo a Eric, lleno de recelo.

“Nos falta una persona. He guardado el sitio especialmente para ti. ¿Quieres entrar a jugar unas rondas?”.

Si hubiera sido hace diez minutos, Nicole estaría dispuesta a jugar, pero ahora, ya no estaba de humor.

Nicole apretó los labios y sonrió lev