Yvette no podía volver a dormir, así que fue a vestirse y se maquilló.

En un principio, ella no creía que vestirse fuera importante, pero como tenía una rival amorosa en la oficina, no quería estar en desventaja en ningún aspecto.

A Yvette no le importaba si Lance se había ido o no. Ella solo fue al vestidor a cambiarse de ropa.

Por lo general, Yvette usaba un traje profesional para trabajar. Aunque todos eran marcas reconocidas y atuendos adecuados para la oficina, carecían de su propio sentido del estilo.

Yvette eligió un hermoso vestido dorado con tirantes finos de su armario lleno de ropa. La hacía lucir seductora y coqueta, delineando con gracia su hermosa figura. Ella estaba muy satisfecha con ello.

Sonrió y fue al baño a arreglarse el maquillaje.

Yvette se paró frente al espejo para admirar su belleza.

Cogió el lápiz labial que estaba a un lado, pero antes de que pudiera ponerlo en sus labios, la puerta del baño se abrió de repente.

Lance entró y la abrazó por detrás. Te