El rostro de Quavon se volvió sombrío.

En términos de número de accionistas, él se encontraba en una desventaja numérica.

En los últimos días, Quavon había estado corriendo de un lado a otro, gastando mucho dinero para recuperar las acciones de algunos pequeños accionistas.

Los accionistas principales permanecieron impasibles. Ellos tampoco parecían querer una mejor oferta.

Quavon sabía que las cosas no eran tan simples.

Los accionistas de abajo levantaron la mano uno tras otro.

El ambiente en la habitación se calentó por un momento.

Era como si ya ellos pudieran imaginar obtener una parte de la Corporación Sloan.

¡Qué satisfactorio!

La mirada de Quavon parecía hundida y oscura mientras miraba a Clayton. 'Él está aquí, ¿pero no ha hecho nada? ¿Qué diablos está tratando de hacer?’.

Finalmente, justo cuando el Vicepresidente estaba a punto de tomar una decisión final, Quavon no pudo contenerse. Él miró a Clayton y abrió su boca.

"¡Espera un minuto! Todos, deben saber que tengo