Cuando Nicole levantó la vista, Clayton ya se había acercado con una sonrisa extremadamente gentil en su rostro. Sus ojos estaban llenos de calidez y cariño al mirarla.

Las comisuras de la boca de Yvette se torcieron. Ella no esperaba que él apareciera tan coincidentemente.

“¡Encárgate de la factura, Señor Sloan!”.

Clayton asintió y sacó su tarjeta, entregándola a la gerente de la tienda, quien estaba a un lado.

“Esto es algo que debería hacer. Deberías llamarme más a menudo para este tipo de cosas en el futuro”.

La sonrisa de Yvette se puso tensa.

Por el contrario, la sonrisa de Nicole solo se profundizó y ella no lo detuvo.

"¡Entonces tiene que trabajar duro, Señor Sloan!".

Clayton asintió solemnemente, un toque de alegría en su hermoso rostro.

"No te preocupes. Me encargaré de todas las facturas a partir de ahora”.

Eso era exactamente lo que él quería.

La gerente de la tienda terminó de deslizar la tarjeta y se la devolvió a Clayton. “El total fue de cuatro millones seten