Floyd Stanton siguió maldiciéndolos mientras caminaba, pero aún no se sentía aliviado. Cuando el dúo de padre e hija salió del área exclusiva, vio a Grant caminando con la cabeza en alto.

“¿Qué haces aquí?”, gruñó Floyd.

“Estaba preocupado, así que quise venir a recogerlos”.

Grant extendió la mano y tomó la maleta de la mano de su padre, luego miró a Nicole. “Prepárate. Los periodistas se enteraron de tu paradero, así que ahora hay bastantes reunidos en la entrada del aeropuerto…”.

Nicole resopló fríamente y dijo: “¡No soy una cobarde!”.

Floyd acarició el cabello de Nicole y dejó escapar un gruñido de satisfacción. Era extremadamente protector con su princesa. “Sí, quédense atrás de mí”.

'¡Vamos a ver quién se atreve a acercarse y buscar pelea conmigo!', pensó Floyd.

Grant seguía preocupado, así que protegió a Nicole a su lado y la tomó de la mano. Una vez que salieron, una ráfaga de destellos de cámaras los bombardeó. Nicole apartó inconscientemente la mirada. A los ojos de los