Nicole cerró los ojos.

No era de extrañar que, cuando Julie rompió con Roman, ni siquiera supiera que él tenía sus desnudos.

Roman era un monstruo en un cuerpo humano. Nadie esperaba que se guardara este truco bajo la manga.

“Tenía miedo de que ella no me quisiera, así que quería tener algo sobre ella. Se lo advertí cuando le pedí dinero, pero no me escuchó ni me creyó… Jajaja…”.

Roman sonrió, sin saber si quería llorar o reír.

Ella apretó los dientes. Realmente se esforzó para contener su ira para no matarlo.

“Engañaste a Julie con una alta ejecutiva para una pasarela en el extranjero. Para complacer a esa mujer, incluso comenzaste a consumir drogas, ¡¿y aún así tienes el descaro de volver con Julie para que limpie tu desastre?!”.

Julie ayudó a Roman a pagar la multa por la rescisión de su contrato, lo que ya era muy amable por su parte.

Sin embargo, Roman no estaba satisfecho y quería más, así que acosó a Julie una y otra vez.

Como el acoso no funcionaba, empezó a chantajear