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CAPITULO 1   “Más desfiles y una huida.”

(Julio 29, 2013 Madrid, España.)

(Victoria Ángel Ivanna Jhons)

            En Madrid tras el desfile el primero día a las ocho de la noche todo fue entrevistas y turismo le enviaba fotos a Alex de los lugares que visitaba pero más que nada conversábamos. El día domingo cuatro de agosto, tras salir de unas entrevistas nos dirigimos al aeropuerto para viajar a Praga; ahí el desfile sería el miércoles, nosotros tendríamos el cierre del día, así que todas las entrevistas las hicimos el lunes y el martes, el miércoles siete de agosto fue el desfile; este desfile estuvo marcado por un incidente, un par de ladrones trataron de robarse las joyas durante el back stage, lo que alarmo a Aldo, a Vito y a Don Pietro pues me sacaron de ahí y me subieron a un avión, para cuando supe, estaba en el jet privado de mi socio, Vincent el  guardaespaldas de Pietro y Carlo se encargarían de recoger mis maletas y todas las joyas, incluyendo a Tedy, cuando aterrizamos supe por fin a donde habíamos viajado.

            Estábamos en Sicilia, en el pequeño aeropuerto nos esperaban unas camionetas para llevarnos a la casa, pasada la media noche, por lo que fui conducida a una habitación, en ella una joven de unos veinticinco años estaba preparándome un baño.

            Para mi sorpresa la habitación tenía varios arreglos florales con rosas y gardenias y había un gran Oso de felpa sobre la cama, por lo que me volteo a ver a Don Pietro que está en la puerta

-Usted planeo esto?

-Llame para que lo prepararán todo, siempre cabía la posibilidad de venir y descansar un par de días querida Ángel, además quería que conocieras a Mi gente, la cual tú también deberás proteger en su momento como mi sucesora.

-Y ese muñeco?

-Bueno tras lo de Nueva York preferí tenerlo de reserva.- dijo Pietro sonriendo

-Gracias

-No tienes nada que agradecer, todos aquí están para cuidarte, mañana los conocerás, ahora descansa y no te preocupes por levantarte temprano que aquí nadie te molestara.- dice Pietro cerrando la puerta, yo voy al baño y me desvisto para entrar en la tina, se ve que la casa es antigua pero bella, tras darme un relajante baño de tina salgo y me visto con la ropa interior que traía pues hasta que no lleguen mis cosas, no tengo más ropa que la que traía puesta. Encuentro una bata de seda por lo que me la pongo y así me voy a la cama, me quedo dormida tras abrazar al Oso de Felpa, no sin antes enviarle un mensaje a Alex diciéndole que aunque tarde ya me voy a dormir, él solo envió un audio deseándome las buenas noches y un beso.

(Julio 15, 2013 Nueva York, N.Y.)

(coronel Alexander Stuart)

            Desde que vi a Ángel peleando con ese hombre lo único en lo que pude pensar es en protegerla, le di un golpe y lo tiré al piso, pero para mí mala suerte callo muy cerca de ella, con espanto vi cómo se levantaba y se lanzaba contra ella, por lo que me interpuse entre ellos tratando de sujetarlo.

            Sentí un fuerte dolor en el abdomen, aun así logre darle un fuerte golpe a ese tal chacal, fue cuando baje la vista y vi que causaba el dolor, tenía clavado en el estómago un cuchillo hasta el mango, lo había visto, sé que no es pequeño al menos quince centímetros y de doble filo, un arma peligrosa para quien la sabe usar.

            Pierdo el equilibrio y caigo de espaldas, veo una mano con un arma en ella, Ángel trata de disparar pero con mi caída desvió el disparo,  escucho dos disparos más al caer y siento como ella me abraza tratando de evitar mi caída, haciendo que los dos vayamos al suelo.

-Ángel.- la llamo y trato de sacar el cuchillo de mi abdomen.

-LLAMEN A UNA AMBULANCIA, AHORA.- la escucho gritar mientras sale de detrás de mí para ir a tomar una toalla y tratar de parar el sangrado mientras sujeta mis manos y me dice

-No amor no lo saques puedes hacer más daño, pronto te llevaremos a un hospital.- yo llevo mi mano a su mejilla y la acaricio, el dolor es intenso y como soldado se bien que las heridas en el abdomen son peligrosas y muy dolorosas, por lo que le digo.

-Ángel te amo, no me olvides.- ella sigue tratando de detener el sangrado de mi herida y yo estoy cerrando los ojos cuando la escucho decir seriamente.

-Alex, no te atrevas a dejarme sola, porque voy por ti y te traigo de regreso, ya me conoces, resiste amor por favor.- escucharla me sorprende pues lo dice muy seria y sé que lo dice en serio pues sé que es capaz de ir al mismo infierno por traerme de regreso por lo que solo puedo decirle.

-Lo hare cariño, aquí estaré siempre cuidándote.

            Veo llegar a unos paramédicos con una camilla, ella está a mi lado por lo que ellos tienen espacio para trabajar pero aun así uno de los paramédicos le dice.

-Señorita déjenos a nosotros, lo atenderemos.- escucharlos me da risa y más su respuesta lo que me causa más dolor.

-Acaso le estoy agarrando las manos, haga su trabajo que yo estoy hablando con mi prometido.

-Si señorita.- le respondieron poniéndose a trabajar en mi herida.

-Qué bueno que no sacaron el arma, ahora lo haremos nosotros.- siento como sacan el cuchillo y tratan de parar el sangrado para estabilizarme y llevarme al hospital; me han puesto una línea de solución o de plasma y subido a la camilla, Ángel va conmigo en la ambulancia, ella no hace más que tomar mi mano, dejando al paramédico trabajar, yo solo quiero cerrar los ojos y dejarme ir, sé que estoy muy mal, pero no puedo dejarla sola.

            La veo tranquila, sé que está en shock, pero sé que hay algo más, me lo dicen sus ojos, hay dolor pero también hay furia y odio, un odio muy grande y se bien contra quien va dirigido. La conozco y sé que en este estado es peligrosa, muy peligrosa pues solo puede estallar, no le arriendo las ganancias al que trate de enfrentarla en estos momentos.

            Llegamos al hospital y me llevan directamente al quirófano, me ponen la anestesia pero le digo al doctor

-Doctor, por favor si no logro salir de esto, dígale a Ángel que la amo y que siempre estaré a su lado, cuidándola aun cuando ella no pueda verme, yo la protegeré, por favor dígaselo.

-No se preocupe amigo, yo le daré su mensaje.- le escuche decir antes de quedarme dormido mientras el medico seguía tratando de salvar mi vida.

            Estoy en un lugar oscuro y frio, estoy solo no hay nadie aquí, grito pero nadie me contesta

-HOLA, CONTESTEN.- no sé cuánto tiempo llevo aquí, estoy desesperado debo buscar una salida, mi pequeño amor me necesita, la llamo

-Ángel, amor respóndeme, háblame para poder guiarme.- camino en la oscuridad sin rumbo por lo que parecen días, solo me guía una pequeña estrella en el cielo se ve lejana pero me dirijo a ella. No sé cuánto tiempo ha pasado ni cuanto he caminado pero por fin debo estar cerca de ella porque la escucho.

-Alex, sé que me escuchas, sabes que te amo, pero lo que no sabes es que tú eres mi ancla, eres lo único en el mundo que me recuerda que soy humana y no un fenómeno anormal, sabes bien a que me refiero no soy normal, no soy como otras adolescentes, tener memoria muscular y memoria eidética no es normal, si no te lo había dicho, pero tengo memoria muscular, es un síndrome muy raro tanto que solo habemos dos personas en el mundo con él, un viejo artista marcial que ahora tiene setenta y ocho años y yo, es de risa lo sé; pero es eso precisamente lo que me hace sentirme como si no fuera humana, por favor resiste y vuelve a mí que te necesito.- escucharla me da fuerzas para correr y también para descubrir que esa estrella que estaba siguiendo ha crecido, ahora la veo más clara y parece la salida de este lugar.

            Hay algo extraño, creo haberla sentido, un ligero rose nada más, lo que si se es que ese es su aroma, percibo el aroma de su piel, ese aroma a gardenias que siempre la acompaña y viene de la salida, lo que sentí fue una ligera brisa y esa brisa trajo su perfume.

            Ahora sé que mi pequeña está del otro lado y que me necesita, así que corro y voy a ella, nada me detendrá; voy subiendo esto parece una colina no lo sé, pero soy un marine entrenado y perder no es una opción, mucho menos si del otro lado de la salida esta ella en peligro. Debo salir y protegerla.

            Estoy cansado pero no me puedo detener ya estoy cerca de la salida.

-ÁNGEL.- grito y traspaso por fin la entrada de esa cueva en la que estaba y es cuando abro los ojos; veo que estoy en el hospital, tengo una manguera en la boca, una línea de suero y muchos monitores conectados al cuerpo, trato de moverme y un fuerte dolor en el abdomen me detiene, entonces recuerdo el ataque.

            Trato de sacarme el tubo de la boca cuando entra un medicó y una enfermera, que tratan de calmarme, el doctor me dice

-Tranquilo Coronel, está todo bien, déjenos revisarlo y comenzaremos a retirarle la intubación, pero no se mueva, la herida fue grave y su novia está afuera, voy a enviar a buscarla, solo si se tranquiliza.- dejo de moverme, ella está aquí y quiero verla, si no hago caso no la dejaran pasar, quiero saber que está bien, que el chacal no la lastimo. El doctor quito la intubación y me coloca una línea de oxígeno, no la necesito pues respiro bien, pero sé que una mejor oxigenación ayuda a sanar más rápido.

-No trate de hablar, le hemos quitado la intubación pero debe esperar un poco para hablar.- me dice el doctor cuando trato de preguntar por ella pero de mi boca solo sale un graznido

-Alexander Stuart, será mejor que cierres esa boca y guardes silencio hasta que tu garganta este mejor y hagas caso al doctor, o te voy a castigar yo, está claro?- la escucho decir desde la puerta y yo solo entrecierro los ojos y asienta, sé que ella no es una dominante, es muy tierna para eso, pero escucharla me hizo sentir bien, no por la amenaza del castigo, sino porque la veo bien y sonriente.

            Ya tendré tiempo más delante de explicarle lo que es ser dominante o sumisa, sé que nunca podría hacer de ella una sumisa, ni lo intentaría, eso no va con ella.

-Bueno, ya que sabemos que se puede comportar como un buen paciente le diré; coronel su herida es de cuidado, debe tratar de no moverse para evitar lastimarse.- dice el doctor sonriendo, yo sé que tiene razón y asiento.

-El hará lo que le dicen doctor, pues sabe que me molestare mucho si no lo hace, verdad Alex?- dice Ángel, sé que no puedo negarle nada y más cuando sé que tiene razón, si me lastimo tardare más en sanar y por lo tanto en poder cuidarla. Ella me observa, sé que trama algo pero ahora no puedo hablar y me duele mucho la garganta.

            Escucho las instrucciones del médico.

-Bueno en un rato lo pasaran a una habitación para que se recupere, lamento decirle que tendrá que estar en cama por al menos dos semanas, eso sin levantarse y otras tres con movimiento mínimo de su parte coronel.

-Bueno, yo me encargare de que estés bien cuidado Alex, sabes que tengo compromisos pero volveré para cuidarte luego de terminar con mis compromisos.- me dijo dándome un beso.

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