CAPÍTULO 95: UN RAYO DE ESPERANZACuando estoy al lado de Maxwell es como si todo lo demás se detuviese. Mientras tengo su mano sujetada con la mía, no me importa si su abuelo está montando un escándalo allá afuera. No permitiré que le haga daño.—¡Yo tengo derecho a llevármelo! ¡Es mi nieto! —escucho que grita.Suspiro con pesadez, por mucho que quiera quedarme a su lado, tengo que salir y enfrentarlo. Kendra se queda en la habitación solo por si acaso.Afuera todo es un caos. Hay dos guardias del hospital, varios médicos y enfermeras y hasta alguno que otro paciente curioso observando la situación.—¡Ahí está! ¡Esa mujer quiere impedir que le dé el cuidado que requiere mi nieto!—Señor, por favor, cálmese. No puede gritar en un lugar como este. Si vuelve a levantar la voz voy a tener que retirarlo del hospital —amenaza un médico que lleva corbata debajo de la bata.—Yo no estoy impidiendo que le den los cuidados, es usted el que quiere llevárselo quién sabe a dónde. Doctor, yo soy s
CAPÍTULO 96: NO SE DETENDRÁLos días siguen transcurriendo y la vida continúa como si nada. Es curioso que el mundo no se detenga, aunque para mí, es como si así fuera. Después de ese día en que lo vi mover una mano, no hubo más avance. Maxwell no volvió a responder a mi voz, sin embargo, el doctor me aseguró que eso era una gran señal.Ha pasado una semana entera y este es el día en que le sacarán el respirador artificial. Según el médico Maxwell ya está suficientemente bien como para respirar por sí mismo, pero eso no significa que lo haga. Todo dependerá de su voluntad para luchar y seguir vivo.Estoy en el hospital desde la mañana, comiéndome las uñas de la ansiedad y sin poder pasar ni un bocado. Como siempre, mi mejor amiga y ahora su novio oficialmente; es decir, Landon, me acompañan para este momento.—Tranquila, ya verás que todo saldrá bien —me dice Kendra intentando consolarme.—De verdad espero que sí. Si puede respirar por si solo es solo cuestión de tiempo para que despie
CAPÍTULO 97: ÉL DESPERTÓ—¿Me recuerda? —pregunto con asombro.—Tiene varios días con la mente muy lúcida —explica la enfermera—, a veces sucede cuando… bueno…—Dilo Dorothy, no te preocupes. Ya sé que voy a morir —responde Diana.La enfermera suspira, le mira con una dulce y a la vez melancólica sonrisa.—Esperemos que no sea tan pronto, Diana. Las dejaré a solas.Después de que la mujer se va, Diana estira el brazo para que me acerque a su lado.—¿Cómo has estado? Te ves mucho más hermosa —comenta con dulzura.—Bien —digo a secas—, me alegra que puedas recordarme.—¿Cómo podría olvidarme de la guapa esposa de mi hijo? ¿Dónde está él? ¿Por qué no vino contigo?—Ah… es que, está muy ocupado con la empresa, no ha podido despegarse del escritorio —bromeo echándome a reír, pero ella no se ríe.—Hannah, querida, tal vez esté enferma y un poco loca, pero no soy tonta. Puedo darme cuenta de que algo pasa, lo veo en tus ojos, como si hubieses llorado demasiado. Está bien, puedes decirme si f
CAPÍTULO 98: REINICIOMaxwellLa sensación de que me ahogaba en una laguna sin fondo y sin final era aterradora. Siento que luché durante años para regresar a la luz, pero cuando finalmente abrí los ojos, la realidad me golpeó con fuerza. Lo primero que vi fue a mi abuelo, el hombre que me cuidó toda mi vida, aunque nunca me demostró amor en realidad. Y después apareció ella, Celeste. Sin embargo, hay algo raro en mi esposa, se ve muy diferente a la que recordaba.Aun así, lo más loco de todo fue ver a esa hermosa mujer de cabello castaño y hermosos ojos marrones profundos decir que es mi esposa. No entiendo nada de lo que ocurre, mucho menos a quién creerle.Es obvio que me sucedió algo, mi vida se puso en pausa por un accidente. Mi cuerpo duele como si un camión me hubiese pasado por encima; y creo que tal vez así fue; no puedo recordar nada. Mi último pensamiento claro es cuando estaba cenando en la noche con mi esposa, mi vida era perfecta y era feliz.—A ver, explícamelo de nuevo
CAPÍTULO 99: NO PUEDO MÁS—Ya no llores más Han, me destroza verte así.Las palabras de mi amiga no son suficientes para sobrellevar todo el dolor que siento en este momento. Maxwell no sabe quién soy. Todo lo que vivimos se ha ido a la basura, es como si yo nunca hubiese existido en su vida. Estoy cansada, ya no puedo seguir luchando, si la corriente es tan fuerte que está a punto de arrastrarme consigo, ¿para qué continuar?—No puedo respirar Kendra —digo con la voz entrecortada.—Recuerda que estás embarazada Han, no puedes ponerte así, tu bebé te necesita.—Lo sé. —Limpio mis lágrimas, pero el dolor sigue ahí—. Pero esto es demasiado Kendra, dime ¿qué mal es el que estoy pagando yo?—Ninguno. Dios te pone en el camino solamente lo que puedes soportar. Tú eres fuerte, sé que podrás salir de esto.—No me hables de Dios en este momento. Ya ni siquiera sé si creo en un Dios —contesto con amargura.Hace tres días que Maxwell despertó en el hospital y literalmente, no he podido volver a
CAPÍTULO 100: RECONSTRUYENDO LAS PIEZASMaxwellBesar a Hannah me dejó mucho más afectado de lo que quiero admitir. En el camino de vuelta a la casa me mantengo callado, pero no puedo dejar de pensar en sus labios, en la suavidad de su piel o su aroma dulce a vainilla.No sé cómo sentirme al respecto, mi mente solo puede recordar a Celeste como esposa y todo lo que siento por ella está vivo como si para mí no hubiesen pasado esos doce años. Sin embargo, no puedo negar que hay algo magnético en Hannah que me atrae sin que pueda explicarlo.Aproveché que mi abuelo se había ido a hablar con el abogado para seguirla al baño cuando la vi pasar. Quería hablar con ella, pero si soy honesto, no esperaba que me besara así. Intenté ser distante, porque tengo miedo de que realmente me esté engañando. En el juicio no parecía especialmente interesada si quiera en escuchar lo que los abogados tenían que decir, aun así, todo eso podría no ser más que una estrategia para convencerme.La cabeza vuelve
CAPÍTULO 101: TÚ ERES MI LUZ EN LA OSCURIDADEl día había empezado siendo una verdadera mierda, pero ahora quiero atreverme a decir que todo valió la pena, porque Maxwell está justo frente a la puerta y no sé si es que ha recordado algo, pero su mirada me deja saber que confía en mí. Camino con parsimonia hasta la entrada sintiéndome como una adolescente a la que le visita el novio por primera vez.—Yo… los dejaré a solas —dice Kendra, e inmediatamente se va adentro.—Maxwell, ¿cómo llegaste hasta aquí? O es que acaso tú…—No, no he recordado nada. La verdad no sé cómo llegué aquí. Necesitaba verte así que solo subí al auto y… ¿Puedo pasar? Realmente me está doliendo el cuerpo —dice con una mueca.—¡Ay, por Dios! ¡Sí!Me hago a un lado sintiendo mis mejillas enrojecidas. ¿Cómo es posible que lo dejase ahí de pie sabiendo que está lastimado? Cierro la puerta tras de mí mientras lo veo sentarse con dificultad sobre el sillón.Es estúpido que no sepa ni qué decirle. Me acerco a su lado y
CAPÍTULO 102: SE HACE JUSTICIAMaxwellEl tiempo pasa volando cuando te mantienes ocupado en conocer a la mujer que te ha cautivado el corazón. Los días junto a Hannah se sienten como el paraíso. Poco a poco he comenzado a tener ligeros flashbacks de mi memoria, pero todavía no consigo recordarla del todo. Sin embargo eso no es importante porque simplemente estoy volviendo a enamorarme de ella y es simplemente maravilloso. Me siento como si experimentase el amor por primera vez, Hannah es todo lo que siempre soñé tener a mi lado y más.A pesar de que me siento bien, mis recuerdos sobre Celeste y lo mucho que la quería siguen presentes en mi corazón. Hace poco fui a visitar su tumba junto a mis gemelos. Ellos dicen que no la recuerdan mucho, su madre siempre ha sido Hannah. Estar frente a su tumba y poder despedirme ha cerrado el ciclo de mi vida anterior. Ahora, estoy listo para una nueva vida con Hannah. No voy a repetir los errores de mi pasado, esos momentos oscuros que ella me con