Jane se quedó atónita al escuchar lo que dijo la anciana criada, Regina.

Jane no podía creer que desde que Hendrik era un bebé, había sido el objetivo de la madrastra de Hendrik para obtener lo que ella quería.

Haidi resultó ser una mujer cruel y malvada, llena de artimañas en su corazón.

Hendrik fue víctima de la astucia de Haidi, por lo que su esposo nunca sintió el amor de su propia madre.

"¿Todavía lo niegas, con tus astutas artimañas? ¡Hiciste que Ellen odiara cada vez más al señor Leonard, acusando al señor Leonard! ¡Que Leonard ordenó matar al bebé de Ellen, tan pronto como naciera! ¡Pero en realidad lo tomaste para tu propio beneficio!" respondió Regina en voz alta.

El corazón de Hendrik sintió como si lo hubieran atravesado con una aguja, al escuchar la explicación de Regina sobre las mentiras de su madrastra, engañando a su madre.

Hendrik presionó su pecho que le dolía, quería golpear a la mujer que estaba frente a él, si no fuera una mujer.

Jane vio a su esposo como si estu