Con pasos tambaleantes, Amanda se acercó al hombre mientras se quitaba la ropa.

Bajo la influencia de la droga, Amanda todavía recordaba quién era ese hombre. Un estudiante de último año de su universidad, que siempre la había estado observando en secreto.

Aland Dixon, el hombre que le declaró su amor, y ella rechazó porque era pobre.

Aland solo era un subdirector, no prometía una buena vida en el futuro.

Pero hoy, ella haría a un lado el tema del estatus, quería eliminar la sensación que tenía en su cuerpo.

Se entregaría a él hoy, dejaría que Aland la tocara a su antojo, porque necesitaba un antídoto para la droga que la hacía sentir incómoda.

"¡Dios mío! ¡Qué vista tan hermosa!" exclamaron algunos hombres en la sala, sonriendo con malicia, fascinados por la actuación de Amanda.

En cuestión de minutos, el video de Amanda quitándose la ropa se había difundido en Internet.

Mientras tanto, Amanda, que ya se había acercado a Aland, no podía creer lo que veía.

Aland, por reflejo, esquivó