Ese mismo día en la noche, Santiago y Sophia salieron a caminar un poco, él le toma la mano y ella no pudo evitar dejarse llevar por el momento.

Juntos contemplaron las estrellas y la luna, en ese momento, Sophia sentía mucha paz, paz que llegaría muy pronto a su fin.

A la mañana siguiente, Sophia se levanta y se mira al espejo, se sentía muy tranquila a pesar de todo, aunque había decidido irse, cada vez que veía a Santiago, su corazón la hacía cambiar de opinión.

por eso mirando su reflejo, ella sonríe, por primera vez desde que huyó de Gerónimo se sentía optimista.

Después de una ducha, Sophia se dispone a empezar a trabajar, el evento de Paula la hermana de Santiago era en unos días, y tenía que hacer las muestras de sus pasabocas, era aún muy temprano, y Santiago estaba dormido todavía, así que tuvo cuidado de no hacer mucho ruido.

Annys sale de su habitación unos minutos después, para ayudarla a hornear.

_¿Cómo le fue anoche? _Le Pregunta Annys con curiosidad.

_Muy bien, camina