"Solo esta noche, Daddy. Realmente no puedo dormir si no me lo permites." Amanda insistió.

"Está bien, sube", ordenó Eleana.

Amanda se volvió hacia Eleana. Ella le sonrió ampliamente. Luego, sin hacer más preguntas, se movió hacia el otro lado de la cama que ocupaba Eleana.

Con facilidad, Amanda subió y se envolvió en la manta. Se acurrucó en los brazos de Eleana.

"¿Meghan?" llamó Julian en voz baja.

"Si ella ya está dormida, puedes llevártela", respondió Eleana solo con el movimiento de sus labios sin sonido.

Julian suspiró profundamente. Sacudió a Amanda con una actuación mimada.

Mira, su pequeña parecía haber encontrado agua en medio del desierto. Amanda había querido dormir con su mamá durante mucho tiempo. Ahora, parecía como si su deseo se hubiera cumplido. Amanda abrazó el cuerpo de Eleana con sus pequeñas manos.

"Amanda no debe portarse mal. Papá te estará esperando afuera", dijo Julian finalmente.

"Está bien, solo quiero abrazar a mamá".

"Tía Meghan", corrigió Julian.

"¡Mamá!