Esa tarde, Eleana se fue sin que nadie lo supiera, junto a Julian. El primer destino fue el salón de belleza. Eleana incluso tuvo que ponerse lentillas, cambiar el color de su cabello y maquillarse para parecerse a Meghan.

Incluso la ropa que Julian preparó era similar al estilo de vestir de Meghan.

"Ya le he pagado a una de las sirvientas de allí. Su hijo trabaja en un bufete de abogados, así que es mi subordinado. Así que, al menos, alguien te podrá guiar por esa casa. También habrá algunos de mis hombres vigilando por los alrededores. Estarás a salvo", dijo Julian mientras estaban en el coche.

Eleana respiró hondo y luego asintió. "También he aprendido todo lo que tengo que hacer allí. Ya he visto el vídeo de las cámaras de vigilancia que me diste".

Julian dio instrucciones con tanto detalle. Incluso las cámaras de seguridad de la casa de Frederick, para que Eleana pudiera ver cómo hablaba Meghan con la gente y el comportamiento de la mujer.

Quizás parecía que estaban sacrificando