¿Quién dijo que el amor y la lealtad no podían ser retorcidos hasta convertirse en una obsesión peligrosa? Prepárense, pequeñas espíritus, porque este capítulo les mostrará el lado más oscuro de un corazón herido. ¿De qué lado estarían ustedes? ¿Del amor que destruye o de la lealtad que consume? Tututun...
La línea entre la rebeldía y la sumisión es delgada, pero no te preocupes… aprenderás a cruzarla conmigo.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Lunara:Cuando puse un pie en el castillo de Erfall, sentí como si me hubieran arrancado el aliento. No por su belleza, aunque era innegable, sino por la sensación de amenaza que emanaba de cada piedra, cada sombra, cada rincón de aquel lugar.Caminaba al lado de su fiel amigo, un hombre de rostro impenetrable que me lanzaba miradas que parecían cuchillas. No era necesario que hablara; su desdén era palpable. Cada vez que bufaba, me fulminaba con los ojos, y los murmullos de los demás habitantes del castillo no ayudaban. Estaba cubierta de sangre y con heridas abiertas, pero ¿acaso eso justificaba tanto desprecio?El frío me calaba hasta los huesos mientras trataba de seguir su paso. Tenía que correr para no quedarme atrás; mis piernas, cortas comparadas con las suyas, me exigían el doble de esfuerzo. Por dentro, maldecía su indiferencia. «¿Ni una sola vez i
El fuego de mi deseo es mi condena, y aún así, no puedo dejar de quemarme en su piel.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:Han pasado dos días desde que la traje a mi reino. Mi pequeña y frágil lobita, un alma demasiado pura para soportar la oscuridad que habita aquí. Sin embargo, no la he visto desde entonces. Mis responsabilidades como gobernante me han mantenido atado, intentando reparar los desastres que dejaron esos insensatos que se atrevieron a desobedecerme.Puedo sentir la desaprobación de muchos. Sus miradas hablan más que sus palabras. Para ellos, traer a una criatura tan vulnerable como ella es una debilidad, una traición a mi naturaleza implacable. Pero no tienen que estar de acuerdo. Ni ella tampoco. Todo esto es mi decisión, y ellos deberán soportarlo.Salgo de la ducha, el vapor aún colgando en el aire, como un susurro de las llamas que alguna vez quemaron mis enemigos. Frente al espejo, mi reflejo parece burlarse de mí. «¿Cuánto tiempo más vas a fingir que esto es por algo má
Las palabras, como cuchillos afilados, desnudaron la verdad, dejando un alma rota entre mentiras y traiciones.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Lunara:El aire estaba cargado con el aroma a madera y un tenue perfume floral que había dejado Erfall tras su inesperada cercanía. Me giré en la cama, intentando evitar pensar en lo sucedido, pero su presencia seguía impregnada en cada rincón de mi mente… y de mi habitación. Cerré los ojos con fuerza, buscando algo de paz, pero en lugar de eso, las palabras de Yě Líng resonaron en mi cabeza como un eco burlón. «Aunque eso quisieras,» —dijo, y pude sentir su sonrisa traviesa incluso sin verla. —Tsk, estoy nerviosa, ¿sabes? —murmuré, abrazando la almohada mientras hacía un leve puchero. El sonido de su suave risa retumbó en mi mente. «Claro que lo estás. Pero vamos, admítelo, ese macho te tiene pensando en cosas que no deberías ni imaginar.» —¡Cállate! —protesté, sintiéndome como una niña pequeña atrapada en una conversación de adultos. Por un
Cuando el poder y el deseo chocan, solo el caos decide el destino.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:La niebla se alzaba desde el suelo como un manto que oscurecía todo lo que tocaba. Cada paso que daba resonaba como un eco sordo, un recordatorio del vacío que había quedado en mi corazón. —¿Cómo podía haber sido tan débil? —Los susurros del viento apenas alcanzaban mis oídos, opacados por los gritos furiosos de Tiān Láng, que aún resonaban en mi mente.«¡Idiota! ¡¿Cómo te atreves a dañarla así?!», —me gritaba. Cada palabra era un látigo, cada reproche una espada afilada que desgarraba las capas de mi autocontrol.Mi pequeña malcriada, la que había transformado mi mundo en caos con su inocencia y su poder. No la entendía, no la quería cerca. Era mi obligación mantenerla alejada de todo, de todos, para evitar que las sombras que habitaban en mí la arrastraran. La única razón por la cual seguía respirando era porque estaba seguro de que ella era la clave para destruirlo todo. Los cuatro reino
En un mundo donde el deseo y el odio se entrelazan como sombras, las almas destinadas a amarse deben desafiar sus propios demonios para encontrar la luz que las redime.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Lunara: El aire estaba cargado de tensión. Kael tenía sus manos alrededor de mi cuello, sus ojos —esos ojos que ahora eran míos— me fulminaban con un odio tan intenso que, si las miradas mataran, estaría cenizas. —¡Cámbialo ahora, o te mato aquí mismo! —gruñó, apretando con más fuerza. Yo, en mi nuevo y "mejorado" estado físico (gracias al cuerpo de Kael, claro), intenté golpear su muñeca para soltarme. ¿Resultado? Nada. Absolutamente nada. Aparentemente, los músculos no venían con manual de instrucciones. «Puff, así como está este idiota, seguro que llega nuestro Salvador en cualquier momento», —bufó Tiān Láng en mi mente. Y justo cuando el lobito hablador apenas terminaba de murmurarlo, apareció Lóng Xiǎoyún, su rostro endurecido por la ira. Sin decir una palabra, lo tomó del cuello, le
Cuando el orgullo y el deseo chocan, la línea entre el odio y la rendición se desvanece.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Lóng XiǎoyúnCaminaba por los pasillos haciendo guardia. Todo parecía estar en orden, pero había algo en el ambiente que no me dejaba tranquilo. Mi señor, conocido por su frialdad impenetrable, estaba actuando extraño. Su expresión, normalmente severa, ahora parecía... dulce.Fruncí el ceño mientras recorría los interminables pasillos del castillo, intentando encontrar una explicación lógica. ¿Mi señor dulce? Era como imaginar que el sol dejara de brillar o que la luna cayera del cielo. Algo no encajaba.—¿Se habrá golpeado contra algo? —murmuré en voz baja, consciente de lo absurdo que sonaba. Una sonrisa irónica curvó mis labios antes de regresar mi atención a la vigilancia. Sin embargo, mis pasos se detuvieron al escuchar los susurros de varias mujeres provenientes de un pasillo cercano.—¿Por qué mi señor no nos deja servirle? —se lamentaba una voz femenina con desconcier
En el abismo de la desconfianza, las sombras se entrelazan, y solo aquellos dispuestos a abrazar la oscuridad pueden forjar el destino que tanto ansían.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:La penumbra de la habitación estaba rota por la tenue luz de las velas. El caos a mi alrededor me irritaba profundamente: libros abiertos esparcidos en el suelo, ropas en desorden colgando de los muebles, y un perfume floral —demasiado dulce para mi gusto— impregnaba el aire. Este desastre no era mío, ni lo toleraría.—Has estado fingiendo ser yo todo el día. —Murmuré en voz baja, mis ojos fijándose en la figura frente a mí.Ella, en mi cuerpo, ladeó la cabeza con esa mirada descaradamente inocente que me hacía hervir la sangre.—¿No te diste cuenta? —replicó, una sonrisa traviesa curvando sus labios.Ese gesto, en mi rostro, era algo que jamás permitiría.—Una vez que alguien se entere de que he intercambiado cuerpos contigo y que ahora soy un perdedor impotente, tú y yo moriremos. —Mi tono era grave, qu
En el delicado equilibrio entre la vergüenza y el deseo, el alma se despoja de máscaras, revelando verdades que ni el espejo se atreve a reflejar.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Róng Yè:El aire de la sala estaba cargado, como si los secretos mismos respiraran junto a nosotros. Me recargué lentamente sobre la mesa, alejándome del cuerpo de mi discípula, mi mano aún sobre su mejilla. Su piel cálida bajo mis dedos era un recordatorio de mi dominio sobre todo lo que ella era. La vi bajar de la mesa, sus movimientos cuidadosos, casi tímidos, mientras comenzaba a vestirse. Su sonrojo era inconfundible, y aunque ella trataba de evitar mis ojos, sabía que su mente seguía atrapada en el momento que compartimos.—Maestro… —su voz era un susurro, cargado de emociones que intentaba ocultar.—Ve. —Le dije con suavidad, disfrutando de la tensión en el aire. Se inclinó profundamente antes de salir, su obediencia perfecta como siempre.Cuando la puerta se cerró, dejándome solo, recogí mi ropa con calma y ord