En el palacio real, la tensión flotaba en el aire como una tormenta inminente. Gema, la valiente reina humana, había descubierto los intrincados hilos de la seducción tejidos por Helena, la guerrera vampira, en un intento de conquistar el corazón del rey vampiro Kyllian. Con determinación en sus ojos, Gema decidió que era hora de poner fin a esta intriga que amenazaba la estabilidad de su reino.La sala del trono resonaba con pasos firmes mientras Gema avanzaba hacia el lugar donde Helena, con su mirada desafiante, aguardaba. La reina, con la dignidad de su posición, exudaba una autoridad que desafiaría a cualquier intruso que amenazara la paz de su reino."Helena", pronunció Gema con una voz que resonó en la sala, "tu presencia y tus maquinaciones no son bienvenidas en este palacio. Tu intento de seducir al rey vampiro no pasará desapercibido".Helena, con su porte orgulloso, respondió con una sonrisa sarcástica. "Reina Gema, no tienes idea de lo que es mejor para Kyllian. ¿Cómo pue
Gema, la Reina humana, avanzó con elegancia por los pasillos del territorio humano dentro del imperio vampírico. Se detuvo ante la imponente puerta de la oficina de Sebastián Smith, líder humano en ese sombrío reino. Al golpear suavemente, la puerta se abrió, y Sebastián la recibió con una mirada ansiosa.—Bienvenida, mi Reina. Estoy honrado por tu visita —dijo Sebastián con una reverencia, sus ojos reflejando una mezcla de respeto y anhelo.Gema le devolvió una sonrisa diplomática mientras observaba la sala que ahora estaba decorada con la frialdad característica de los vampiros. A pesar de su posición como líder humano, Sebastián seguía siendo un peón en el tablero del Rey Kyllian.—Aprecio tu hospitalidad, Sebastián. Estoy aquí para conocer más sobre este territorio y fortalecer nuestras alianzas —expresó Gema, ocultando sus verdaderos motivos, escapar del ambiente sofocante del castillo.Sebastián asintió, escoltándola por los corredores sombríos mientras explicaba los detalles es
En el oscuro palacio real de Kyllian, las cocineras vampiras susurraban entre ellas mientras preparaban el festín nocturno. En la cocina, impregnada por el aroma a sangre fresca, las sombras danzaban en las paredes, revelando sus secretos solo a aquellos con oídos agudos."¿Has oído hablar de la Reina Gema?", murmuró Morgana, una de las ancianas vampiras con cabellos plateados y ojos tan penetrantes como la luz de la luna llena."Dicen que ha emergido de las sombras de su depresión", respondió Sylva, una joven vampira con el porte elegante de la nobleza. "Después de su trágico aborto, muchos pensaron que nunca recuperaría su fuerza".Las cacerolas burbujeaban con líquidos carmesíes mientras las cocineras seguían con su trabajo, pero la conversación sobre la Reina Gema flotaba en el aire como una niebla densa."Por fin se está alimentando como se debe" acotó Sylva."En los días posteriores al incidente casi no probó bocado""Dicen que ha encontrado consuelo en los jardines, entre las ros
------Dante, guerrero del Rey Kyllian y Sasha, humana ------Dante fue intrépido, tomó todo de sus labios incluso cuando ella se vió sorprendida y apretó su cintura señal de que anhelaba su cercanía como ninguna otra. PensóEscuchó un leve gemido y se pregunto cuando podría probar su sangre,si era demasiado pronto tal vez.Ella simplemente lo miró sorprendida, con esos ojos brillantes que podrían pedirle el mundo y él se empeñaria en conseguirselo.Él la observa con intensidad, sintiendo la carga de la responsabilidad que le han impuesto. "Sasha, nuestra unión no es solo casualidad. Los dioses mismos nos han destinado a ser compañeros en esta vida", dijo con ilusión el guerrero.Sasha, aún cautiva por la sorpresa de su situación, lo miró con escepticismo. "¿Compañeros destinados por los dioses? ¿A qué te refieres, Dante?""Somos guerreros, Sasha, pero también somos seres vinculados por un lazo que va más allá de la comprensión humana", dije, buscando las palabras adecuadas. "Los dio
Alejadas del gran y majestuoso imperio, la Reina Gema y su compañera Sasha decidieron aventurarse en los bosques sin la aprobación del soberano, el Rey vampiro Kyllian, pues pedirle permiso hubiese derivado en un no rotundo."Hemos hecho mal"afirmó la humana temerosa mirando a Gema." No estamos tan lejos....solo quiero caminar un poco y pensar"replicó Gema sin darle tanta importancia a la situación,después de todo aún ansiaba conocer los lugares tranquilos del reino.La densidad de los árboles y la penumbra del lugar ofrecían un escenario misterioso y cautivador, sin hablar de que era peligroso, si algún enemigo decidia atacarlas estarían solas."Aún así creo que es peligroso para ti, por los seguidores de Barak" agrego la acompañante." Que intenten lo que quieran, estoy segura que no llegarán ni a poner un dedo sobre mi" la soberana sin dudas tenía una confianza ciega en el Rey.¿Pero cómo podría él ayudarla?Ni siquiera sabía en donde se encontraba.Mientras paseaban, la Reina G
El sonido de cristales rotos resonó por todo el lujoso palacio, interrumpiendo el encuentro íntimo entre el rey vampiro Kyllian y la futura reina humana.Ambas pieles se separaron siendo conscientes de lo que ocurría a su alrededor. Sus miradas se encontraron, llenas de preocupación, mientras el caos estallaba afuera. -"¿Qué sucede Killian?" Exclamó Gema , preocupada y se levantó de la cama vistiéndose lo más rápido posible.Kyllian, con ojos que albergaban la ira , pero no queriendo demostrar más que una expresión seria, se levantó rápidamente. “No lo sé, pero algo anda mal. Debes quedarte aquí . Fuera de ésta habitación es peligroso, ¿Entendido?"" La Reina asintió, sintiendo el peso de la incertidumbre. Kyllian se vistió rápidamente, listo para enfrentar la amenaza que acechaba en su reino, no dudaba que los aliados de su hermano estaban queriendo derrocarlo antes de la batalla final entre ambos, pero ningún acto lo sacaría de su eje, no podía demostrar inestabilidad a su pueblo
Considerando la intensidad de la batalla, el Rey Vampiro Kyllian se dirigió hacia la prisión. Los sonidos de la batalla que estaba casi extinta se desvaneció cuando ingresó a los oscuros pasillos del castillo. Durante el caos, Gema, la futura esposa humana de Kyllian, armada con determinación y una especie de espada antigua, se deslizó en la oscuridad hacia la celda de Barack. La oscuridad de la prisión apenas permitía ver claramente la escena que se desarrollaba. Con un rápido movimiento, Gema intentó atacar a Barak, pero su agilidad lo ayudó a evitar el golpe fatal.La sangre manchó la piel de Barack y herido pero no derrotado, vio a Gema retirarse con una expresión de sorpresa y dolor. En ese momento,se sintió culpable y quiso salir corriendo a su habitación. La oscuridad de sus acciones incluyeron detrás de ella cuando la puerta se cerró con un suave susurro, no lamentaba lo que había hecho, pero no se sentía ella misma.El Rey llegó a la celda de su hermano, o por lo menos
"Abre Gema... por favor" en las palabras del rey se podía sentir el dolor por su compañera.Ninguna palabra se escuchó y eso alertó al inmortal, de inmediato abrió a la fuerza aquella puerta que lo separaba de la mujer.Gema se incorporó asustada, con los ojos hinchados del llanto."Vete.....sé que hice mal"dijo de inmediato."¿Acaso dije eso? ¿Piensas que no me gustaría matarlo ?" Kyllian entendía su dolor, además de que lo compartía, en su lugar seguramente no se hubiese contenido y hubiese desgarrado a su hermano con aquella espada."Cuando el Consejo se enteré te traerá problemas " Gema tapó su rostro con ambas manos."A la mierda el Consejo" dijo el Rey atrapandola con sus brazos para darle todo el consuelo que pudiera" Mañana todo ésto se acabará te lo prometo"" Toda esta situación es horrible, es tu hermano".El Rey se deshizo de su ropa, colocandose un pantalón ligero para dormir, toda trifulca ya había sido controlada, cada guerrero cuidaba sigilosamente el castillo, la or