Will JamesApenas abro la puerta de la casa, mi abuelo me espera con cara de reproche.— ¿Qué haces despierto a esta hora?— Pregunto apenas los veo.— ¿Qué haces a esta hora afuera?, estas recién casado…Creí que serias diferente ahora...— Reprocha el abuelo—No importa lo que haga, ni lo mucho que me esfuerce por ser un buen hombre, al final todos se decepcionan de mí. — Le respondo, caminando hacia las escaleras.—No te esfuerzas lo suficiente. — Señala, sin tener idea de todas las cargas que llevo en mis hombros.Sus palabras son un golpe bajo, doy media vuelta en las escaleras y abro mis brazos resignado—Sí, pero esto es lo que hay, al parecer soy el James defectuoso, nunca podre superar a mi padre ¿No es así?— Cuestiono, para girar nuevamente y entrar a mi habitación, el alcohol me hizo soltar la lengua, la mirada de decepción de mi abuelo nunca podre olvidarla.Entro a la habitación, y la luz de la luna ilumina el rostro de mi esposa, me rio de mi mismo ¿Cómo es posible que una m
Serena SmithTal vez son impresiones mías, pero apenas entramos al salón, siento que todas las miradas del salón se centran en nosotros dos, enseguida se me acerca muy efusiva la señora Smith y me abraza.—Bienvenidos, Will, Williams, me robare un momento Serena, le presentare a mis amigas.— Le dice ella, tomándome del brazo, sin dejarme ninguna opción a negarme, debo agradecerle, no es fácil estar al lado de Will después de que le di esa bofetada, sé que me pase.—Adelante querida.— Le responde el abueloDoy Una mirada de reojo en la dirección de mi esposo y tengo ganas de gritar evidentemente ya comenzó su venganza, se encuentra rodeado de cuatro mujeres, que no dejan de sonreír ante las palabras de mi esposo ¿No se dan cuenta que está casado?.— Pienso con rabia intentando mantener la compostura de acuerdo a la ocasión.—¡Hermanita!.— Chilla Ángela abrazándome, me tenso de inmediato, no estoy acostumbrada a sus abrazos ni a la falsa alegría con la que me tratan desde que estoy al
Serena JamesTodos vamos a casa consternados por la muerte de aquel invitado, cuando llegamos a casa, Will recibe una llamada y se marcha sin dar explicaciones, dos más dos son cuatro solo hay dos opciones, o se va con otra mujer, o sigue trabajando para el gobierno en el mejor de los casos…, lo único que sé es que me está engañando.Por supuesto que no me voy a quedar con esa incógnita, en ambos casos tiene que dar muchas explicaciones, quedamos de acuerdo que no habría secretos entre nosotros.Se detiene frente a un edificio elegante color gris, hay un par de vigilantes afuera, los saluda con un apretón de manos y continua su camino, ni siquiera cambie mi elegante vestido por seguirlo, respiro agitada y llego hasta la puerta, por donde el entro.—No puede pasar.— Me dice uno de los hombres colocándose como barrera ante mí, que lo mirto desafiante ¡a mí nadie va a detenerme!.—Vengo con el señor James.— Le aclaro, ellos se ven entre si, como si dudaran de mi palabra.—Soy su esposa.—
Serena JamesLlegamos a casa a horas de la madrugada, nos abrazamos fuerte antes de acostarnos a descansar un rato, fue una noche de locos, desde que llegamos a casa Will esta pensativo, se que su cabeza es un completo desastre ahora, puedo ver a través de su mirada como están trabajando los engranajes de su cerebro.No entiendo cómo puede con tanto, mi vida es diferente a la de él y muy ocupada también, la universidad me absorbe mucho tiempo pero desde que soy la señora James no he tenido que preocuparme de nuevo por dinero, o por lo que voy a comer mañana, tampoco por trabajar…Will llego a mi vida para bendecirla y cambiarla, nunca pensaría que me enamoraría de mi esposo, ni que sentiría tanto miedo con la idea de perderlo.Nos levantamos a las cinco de la mañana y entramos al baño junto, se quita el pijama frente a mí y pienso que todo se vaya al diablo, no puedo dejar pasar una oportunidad como esa.—¿Te ayudo a enjabonar la espalda?.— Pregunto con la esponja en las manos y total
Serena James Ya pase a mi último año de la universidad y estoy entonces en mi año de residencia, acaban de publicar en una cartelera, el lugar a donde van a hacer pasantías todos los doctores están aglomerados frente a la cartelera, espero con paciencia que todos ven para que donde quede asignada. —No puede ser, el hospital general— Se queja una de las chicas, es a donde me gustaría ejercer, voy a aprender mucho y allí necesitan mucho personal médico. —Lo siento amiga, ese lugar es una pesadilla.— Le responde otra —Es donde están enviando a casi todos.— Le dice otra y eso me alegra mucho, a mi me encantan los retos, me siento bendecida, solo veo la asignación y voy a almorzar con mi familia, después de buscar a Alonso al colegio, al medio día conoceré a los guardaespaldas…¡por Dios! Yo con guardaespaldas, todo esto es increíble. Me acerco a la cartelera y los ojos casi se me escapan de las cuencas…Leo un par de veces para verificar que no estoy equivocada ¡Clínica Smith!—No te hag
Serena JamesLlego mortificada a casa al medio día, después de buscar a Alonso de la escuela, el está contento contándome como le fue en el colegio, yo trato de prestarle atención, y de sonreír, pero lo único que tengo es ganas de llorar y desesperación, no dejare que nadie me quite a mi hijo.—Eres el niño más bello y dulce que he visto en mi vida.— Le digo y lo abrazo antes de entrar a casa.—Mamá, no hagas eso en la calle, me estas avergonzando.— Me dice él como si fuese un adolescente, es muy precoz.—¿Cómo no lo hago si te amo con todo mi corazón?.— Le pregunto, llenando su carita de besos.—También te amo, pero no por eso te estoy abrazando así en la calle.— Me dice el serio.—Te bajare si me das un beso.— Le digo, sin darme cuenta que también mi esposo está llegando detrás de mí.—¡Mama!.— Se queja Alonso rodando los ojos.—Yo si quiero que me comas a besos.— Me dice desde atrás besando mi cuello y haciéndome reír, tengo muchas cosquillas por allí.—Dejo a Alonso en el suelo qu
Serena James A pesar de todo lo que está pasando en mi vida, debo continuar luchando por mis sueños, ahora segura del hombre que se encuentra a mi lado gracias a Dios. Por lo que en horas de la tarde respiro profundo frente a la entrada de la clínica para infundirme un poco de valor para entrar allí, la señora Smith sigue siendo una persona aterradora para mí. Me dirijo al área de recursos humanos, con paso firme tratando de disimilar los nervios, con mi sombra detrás de mí, me refiero a Wilson… Es casi imposible que no se den cuenta de lo aterrada que me encuentro mis manos tiemblan ligeramente por lo que las meto en los bolsillos del abrigo, en el camino me topo con varios medico que no tienen idea de quién soy, me miran y siguen adelante sin darme la mayor importancia. —Puedes quedarte afuera ¿Por favor?— Ordeno al guardaespaldas que pone mala cara de inmediato, pero responde como deseo –Como usted quiera señora. — —Gracias. — Le respondo, no sé si pueda acostumbrarme a eso,
LA VICTIMAÁngela SmithEstoy aburrida y voy en búsqueda de diversión, me encanta bailar lo necesito sobre todo después de la jornada de trabajo que acabo de terminar.— ¿Adónde vas?— Me pregunta mi madre al verme salir con un abrigo largo de la casa.—Por allí, no me esperes. — Respondo, soy mayor de edad y desde hace mucho tiempo dueña de mis actos, estoy harta de hacer lo que ella dice, hasta estudie algo que no me gusta solo por complacerla.—No salgas hija, la ciudad está muy peligrosa, acabar con la dama de rojo no fue suficiente, han surgido nuevas mafias. — Me dice mi madre sujetándome el brazo.—No soy ninguna niña, madre, no me esperes esta noche. — Expreso zafándome de su agarre.—No esas insolente, ¡no me dejes con la palabra en la boca!— Me dice alzando la voz, me hace reír, nunca alza la voz y todos tiemblan apenas ella habla, yo no le tengo miedo…Somos de la misma especie.—Madre a mi no me intimidas, déjame en paz y asume de una vez que no puedes controlarlo todo. — Le