- Esta bien, te hare casó. - Dio un largo suspiró.
- Antes que te vallas, ¿quisieras......quisieras salir conmigo mañana?, es que quiero comprarle todo lo necesario para cuidar muy bien a los cachorritos. - La voz de Camilo se hizo delgada, como si le costara salir.
- Es....está bien..., aceptó. - Bianca también tenía una tenue voz.
- Mañana puedes venir a recoger tu auto, no te preocupes por el, lo cuidare con mi vida. - Golpeo su pecho con su puño.
Eso hizo sentir un poco mas segura a Bianca, ya que apenas conocía a Camilo, pero ya pensaba que podría confiar en el.
Subió a la limusina y se fue de la mansión de Camilo, el cuál se quedo en el mismo lugar con la mano alzada, despidiéndose de Bianca, aun cuando el auto ya se había ido.
Camilo entro de nuevo a la mansión y sin decir una sola palabra, subió a su habitación, donde se encerró junto a los 3 cachorritos que había adoptado. Los tres estaban bien dormidos en la cama de Camilo, acostados a s
Busco el número de Bianca y marcó su número, Bianca que estaba con su familia, la cual estaban confundidos con la actitud rara de ella, su madre Virgilia intentó hablar, pero fue interrumpida por el tono de llamada del teléfono de Bianca.La cual se puso de pié y salió de la sala dejando a toda su familia hablando sola. Se apresuró a contestar la llamada para no dejar esperando a Camilo.- Hola Camilo, ¡justo estaba apunto de llamarte!. - Se notaba la emoción que tenía Bianca.- ¿Enserio?, pues parece que pensábamos lo mismo. - Una leve risa se escucho al otro lado. - Te llamé para acordar la hora para salir, ¿cuándo estas libre?. - La voz de Camilo se sentía un poco tímida.- Estoy libre desde ahora, si quieres puedes pasar a verme y así no nos demoramos mas tiempo. - Bianca estaba muy ansiosa por ver a Camilo.- Perfecto, ahora mismo paso por ti. - Camilo colgo y se comenzó a vestir de la mejor manera que pueda.Despues de unos minutos de
En eso las luces del cine se encienden de inmediato, haciendo que Bianca y Camilo se detengan a un centímetro de los labios del otro.Bianca y Camilo voltearon hacia el otro lado de la verguenza, ambos tenían la cara bastante roja, no podían creer lo que había ocurrido.- Esto....Bianca......ya.....ya...es hora.....de......de irnos. - Camilo no podía mirar a los ojos a Bianca de la verguenza.Ella no dijo nada, solo asintio con su cabeza y se levanto del asiento, seguido de Camilo. Caminaron hasta la salida sin poder verse el rostro.- Ca......Camilo......es mejor que....que me vaya a mi casa. - Sus dedos índices se juntaron tocándose mutuamente.- Si...es lo mejor, ahora llamó a Amadeo para que venga a recogernos. - Ya hablaba con menos verguenza.- No....no te preocupes, me voy a ir en taxi, ¿podrías decirle a alguien que me lleve mi auto de regreso a mi casa?. - Bianca detuvo un taxi y antes de subirse hablo.- Claro, no te preocupe
Terminaron de comer y Camilo la llevó a la sala, porque queria averiguar mas sobre su pasado y como fue que acabo en ese sucio callejón donde corria un gran peligro.-Jennifer, ¿puedo preguntarte algunas cosas?. - Cruzo su pierna encima de la otra mientras se acomoda en el sillón.-S...si, es....esta bien. - Tomo un sorbo de chocolatada.-Cuentame, ¿por qué dices que tus padres no te quieren y que no les importa lo que te pase?. - Se puso serio en un instante mirando fijamente a Jennifer.Dejo la taza de chocolate encima de la mesa de la sala. -Mis padres desde que cumplí 5 años, todos los días me pegaban muy fuerte, no importa lo que hiciera, siempre terminaban golpeandome, todo por culpa de mi odioso hermano mayor. El es el consentido de mis padres y siempre lo tratan muy bien a el, en cambio a mi, con suerte me daban las sobras de ellos, era una completa tortura, y mira si a ellos les llegara a importar, el cual no es el caso, ya me estarían buscando,
En la mansión de la montaña. Jennifer se acababa de despertar, durmio toda la noche ya que estaba muy cansada. Bajo del segundo piso con algo de verguenza, su mirada estaba fija mirando toda la casa, estaba en busca de Camilo, pero este parecia no estar en casa, en eso se acerca una joven sirvienta.-Señorita Jennifer, el señor Costa dejo instrucciones de que cuidemos de usted por unos días. - Exclamó la joven de manera muy educada.-¿Dónde fue el señor Camilo?. - Pregunto de manera timida.-No nos dijo a donde iba, asi que no sabemos donde esta ni cuando va a regresar. - Su mirada cayo hasta el suelo. -¿Ya quiere comer, señorita?. - Sus ojos volvieron a la normalidad y un aroma muy apetitoso salía de la cocina, lo que hizo que a Jennifer le diera hambre en ese instante.La barriga de Jennifer hizo un ruido, el cual llamo la atención de la joven empleada, que miro a Jennifer de una manera tierna y una hermosa sonrisa, seguida de una carcajada salió de sus lab
-¡Jefe, la señorita Jennifer esta aqui y quiere verlo!. - Un hombre con traje completamente negro y gafas oscuras entro a la oficina donde estaba Armando.Una sonrisa siniestra apareció en el rostro de Armando. -¡Perfecto!, dejala entrar y no me molesten hasta que yo los llame. - Bajo sus manos y saco de uno de los cajones, una barra de metal puro y la escondió detras del escritorio.La puerta se abre y entra la pequeña Jennifer la cual traia entre sus brazos, l cristal de jade. Apenas cruzo la puerta, esta se cerró de golpe haciendo que Jennifer de un brinco del susto.-Vaya, por fin apareces, ¡pequeña p*ta!. ¡Ahora mismo me vas a decir a donde diablos estabas!, ¡el señor Harrison te queria para el esa noche!. ¡¿Por qué demonios no regresaste cuando te lo ordene?!, me hiciste perder mucho dinero. - Armando comenzo a lanzar gritos e insultos hacia la pobre Jennifer que no hacía nada mas que solo escuchar en silencio lo que decía Armando.Mantenía la cabeza ha
Apenas se desperto, entro de inmediato al baño para tomar una ducha y asi quitarse toda esa pereza que tenía. Se cambio de ropa, bajo a desayunar para ponerse en marcha de nuevo a la casa de los Palma.Termino de desayunar y detuvo un taxi que pasaba por ahí. Era espléndido ver toda la calle tan despejada, que alivió sintió Camilo.Le enseño la dirección al conductor y este se puso en marcha a la casa de los Palma...........Bianca se había quedado toda la noche en el hospital, estaba muy preocupada e impactada por esa chica que había encontrado esa noche,<<¿Qué le había pasado a esa pobre niña?>>.Bajo al primer piso para agarrar un poco de café, para despues regresar a la sala de espera en el segundo piso del hospital.Había algo que le incomodaba bastante, paso toda la noche fuera de su casa, no le avisó a nadie que no iba a dormir en casa, pero aun asi nadie de su familia se ah molestado en siquiera llamarle para preguntar p
Bianca estaba totalmente perdida viendo el rostro y el escultural cuerpo que Jacob tenía. Al ver que la chica no reaccionaba ni respondía a lo que le pregunto, alzo su mano y la balanceo sobre el rostro de Bianca para ver si así reaccionaba.Vio la mano del doctor y recobro el sentido en ese instante.– S…si, yo soy la que lo vino a recoger. –Sus ojos no se despegaban del cuerpo de Jacob.– Bueno, ya tendremos tiempo para conocernos mejor, ahora vamos de inmediato al hospital ya que tengo que ayudar a una paciente. –Le lanzo una sonrisa.Bianca recordó el motivo del porque habían mandado a traer un doctor y se inmediato se fueron hasta el hospital.Pasaron algunos minutos del aeropuerto hasta el hospital donde se encontraba hospitalizada la chica que Bianca había salvado con anterioridad. Llegaron al hospital y apenas se bajó Jacob, fue recibido por el doctor jefe del h
Ante la curiosidad de saber lo que estaba pasando en ese momento, Camilo se acercó para ver que estaba pasando en ese lugar, escabulléndose entre las personas que estaban amontonadas en ese lugar, pudo llegar al centro del lugar, donde podía ver claramente de que se trataba.Al mirar la escena que estaba en el suelo, Camilo se puso serio en ese preciso momento, ya que en el suelo estaba Marcella arrodillada en el suelo, teniendo en brazos a su abuela, la señora Laura, la cual estaba bastante lastimada y cubierta de sangre.Camilo bastante preocupado se lanzó a donde estaba Marcella para ayudarla.¡Marcela!, ¡¿Qué ocurrió?!, ¿Cómo termino la señora Laura en ese estado? –La expresión de los ojos de Camilo expresaba su temor y preocupación.¡Ahora no es momento para contar con detalles!, ¡llama a una ambulancia por favor! –Es