Han pasado cuatro años desde que Alana Garcés y Eros García, rompieron su relación, sin embargo lo que no pensó Alana es que el chico del que nunca dejó de amar, regresaría como gerente de ventas, de la prestigiosa empresa en la que ella trabajaba como ingeniera.Los recuerdos del pasado, invaden su mente y corazón, dejando un sin fin de emociones confusas. Sin embargo, lo que nunca pensó, fue que vería llegar el primer día de trabajo a Eros, acompañado de una chica, luciendo una sonrisa radiante, rompiendo cada rincón el corazón de Alana.¿Será que olvidó la promesa que le hizo en aquella carta que le escribió antes de irse a Italia?, ¿qué hará nuestra protagonista con los sentimientos a flote que tiene por él?.
PDV:Alana:Las lágrimas no paraban de caer de mis mejillas mientras miraba a Eros, quien a la vez su rostro tornaba seriedad, tratando de que sus emociones no se apoderarán de él, conocía tan bien a mi chico que en estos momentos estoy siendo muy poco profesional, ¿cómo se me ocurrió llegar y salir de la oficina sin dar explicación alguna?.Vaya...bien pensado Alana. Ahora no sé si realmente el señor Ruiz querrá que lleve a cabo la firma en Londres, me pedirá mil explicaciones antes de enviarme allá. Quizá debería renunciar y buscar empleo en otro lado. Eros se inclina hasta mi altura y con la yema de sus dedos, limpia mis lágrimas.—He esperado tanto para esto .—¿Acaso le alegraba verme llorar?.—¿Creés que he estado llorando por ti? .—Bufé.—Tal vez si, pero así es como esperaba que me recibieras .—¿Qué?—. Pero no quiero que...—Si piensas que estoy así por ti, estás muy equivocado, estaba llorando por la llegada de Apolo, hace muchos años que no supe de él y me alegra nuevamente qu
PDV:Alana:Llegamos a la oficina de Elliot y apenas cierro la puerta Elliot me mira con una ceja levantada. Creo que me ha descubierto.—Ya Alana, suéltalo, no hay nadie quien nos escuche .—Me siento frente a él y me agarró la cabeza a dos manos. Elliot quien se servía una taza de café me miraba esperando una respuesta de mi parte.—Es mi ex .—Digo sin más rodeos. Elliot me mira abriendo sus ojos de sorpresa.—¿Apolo? .—Niego. —Eros .—Contesto y siento como las lágrimas salen de mis ojos. Elliot se acerca a mí y me abraza.—De verdad cada día me sorprendes más Alana Garcés .—Suelta una risa—. Quien iba a creer que ahora tu nuevo jefe sería tu propio ex, vamos arriba esos animos no eres una chica que se deja derrotar fácilmente.—Es que...no es fácil verlo aquí y mucho menos con ella .—Sollozo.—¿Qué ocurrió? .—Le cuento todo lo que sucedió desde un principio hasta el final de nuestra relación—. Es un imbécil, no tengo palabras para describirlo.—Pasaron cuatro años desde que se fue y
PDV:Eros:Envío el último correo que Elliot necesitaba para así poder enviar a Alana a Londres, estaría dos semanas fuera de Madrid, lo que me dejaba más impaciente, podría hablar con Apolo y así él quedar a cargo esas semanas mientras yo voy con ella al viaje de negocios. Sabela quién me miraba con una risa burlesca, se acerca y me deja un trozo de pastel.—¿Ya enviaste el correo? .—Asentí—. Y bien, ¿cuánto tiempo debo seguir aquí?, mis días de vacaciones están por terminar y debo volver a la industria lo más pronto posible, mi mánager está impaciente, ya que quiere que participe en un fashion show en Italia.—Me has sido de gran ayuda en estos días Sabela, no sabría cómo pagarte, enserio .—Le dedico una sonrisa—. Pero se hace la difícil y sé muy en el fondo que ella me sigue queriendo como yo lo sigo haciendo.—¿Por qué no le dices que nuestro supuesto compromiso se ha roto y así no andan con rodeos? .—Se cruza de brazos—. Alana tampoco me lo ha hecho fácil, es más terca de lo que cr
PDV:Alana:A la mañana siguiente, llego de muy buen ánimo, con mi café en manos y noto que los demás empleados, están viendo un grandísimo espectáculo, me acerco a Jhovanny, quien estaba con una sonrisa de oreja a oreja mirando todo el espectáculo que estaban dando esos dos. Eros quien miraba a Sabela con el ceño fruncido, no paraba de poner los ojos en blanco de vez en cuando.—Hola, ¿qué ha ocurrido? .—Pregunto preocupada.—¡Señorita Alana! .—Exclama muy feliz—. Que bueno que ya llegó.—¿Qué está pasando, por qué hay tantos gritos chillones? .—Elevo una ceja.—Eres toda una rompecorazones Garcés .—Apolo se posiciona a mi lado.—¿De qué hablas? .—La chillona voz de Sabela nos interrumpe al escuchar de su boca salir mi nombre.—¡Alana Garcés!, ¡tú tienes la culpa de que Eros y yo hayamos roto nuestro compromiso!, ¡eres una cualquiera! .—Elevo una ceja extrañada.—¿Podrías dejar de armar un patético escándalo y decirme de que estás hablando? .—Me acerco a ella con molestia.—Pues Eros,
PDV:Alana:Kim no paraba de observar hacia la sala de estar mientras yo preparaba con torpeza la cena para los cuatro. No se como es que Apolo no se dió cuenta de que García lo estaba siguiendo, carajo, esto es muy frustrante. Pero sé que ni él ni Kim, tienen la culpa.—¿Las ayudo en algo? .—Hablando del rey de Roma.—Oh, Eros, claro, puedes poner los platos y cubiertos en la mesa .—Observo de reojo como Kim le entrega todo. La castaña se me acerca cautelosamente y me susurra—. De verdad lo siento, no pensé que nos seguiría, cuando nos dimos cuenta fue tarde, ya que estaba en la entrada del departamento.—Tranquila, no es culpa tuya, ni de Apolo, no quise hacerlos sentir mal .—Nos damos un pequeño abrazo y seguimos preparando la cena.Preparé pasta al pesto con pollo, y Kim, hizo su famosa ensalada griega, llevamos todo a la mesa y los chicos que platicaban en el balcón, llegaron a nuestro lado sin avisarles y comenzamos a servirnos. Me mantuve en silencio durante la cena mientras que
PDV:Alana:Y llegó el día que menos quería, hoy tomaba rumbo a Londres, la verdad es que tenía mis ánimos por los suelos, no quería viajar, no sabía si llamar a Elliot y decirle que renuncio o seguir con esto como si nada hubiese ocurrido con Eros. Los nervios me traicionan y siento que la sangre comienza a helarse, el estómago se me revuelve, tratando de tranquilizarme, hago que todas mis cosas caigan al suelo, así que las recogí de mala gana.Levanto la mirada al ver a Eros recoger mi labial rojo, este me lo entrega y le agradezco, sigo guardando mis cosas y luego me siento en mi lugar esperando a que el avión llegue al aeropuerto.—¿A qué hora llegaste? .—Pregunta.—No hace mucho .—Contesto secamente.—¿Estás nerviosa por el viaje? .—Asentí sin responderle nada más—. ¿Por qué llegaste tarde el día viernes? .—Frunzo mis cejas. ¿Acaso me estaba vigilando por las cámaras de seguridad?.—Solo llegué tarde cinco minutos, había un tráfico terrible .—Eros me mira sin creerme.—Que sea la
PDV:Alana:Me miro al espejo, por última vez, Eros reservó una cena en un restaurante de cinco estrellas, le pedí que no fuera tan exclusivo en este festejo, pero Elliot se había enterado que la firma fue un éxito y pagó la reserva.De pronto recibo una llamada de mi hermana Bonnie, miro extrañada el teléfono, ¿habrá pasado algo?, contesto alegremente y su voz sonaba algo rara.—Bonnie, ¿qué pasa? .—Pregunto.—Pues...como te lo digo, pasó sin querer, ni él ni yo sabíamos que esto pasaría.—Bonnie, realmente no entiendo de que me estás hablando, ¿qué te pasó?.—Bueno, tengo novio y no te vayas a alterar ni nada, pero es el hermano de Eros, créeme que recién acabo de enterarme ya que me presentó con sus padres y entre los retratos que estaban colgados en la pared, se encontraba Eros .—Mis ojos se abren como dos platos gigantes, ¿cómo fue que llegó a suceder eso?, pero me alegra que Vicente sea novio de Bonnie, es un chico muy dulce, solo espero que ninguno de los dos termine con el cora