Diana se había instalado en la cama, la habitación de hotel era cómoda ella nada más quería descansar y así lo hizo ni bien se acomodó en la cama, la morena cerró los ojos, estar muchas horas en el suelo atada de manos y pies no era bueno para una embarazada, Arnaldo se encontraba sentado hasta que su teléfono celular había sonado, la mirada del hombre estaba puesta fijamente en la pantalla de su ordenador, cuando observó si teléfono móvil había levantado sus cejas y dejó escapar un suspiro, antes de tomar y contestar aquella llamada, le dedico una mirada a su mujer.

— Habla Arnaldo Benzema - Expresó el hombre.

— La base que nos ordenó investigar se convirtió en cenizas, señor, todos los que se encontraban dando servicios allí han muerto - Arnaldo se había puesto de pie inmediatamente al escuchar aquella información y por supuesto el movimiento de su marido hizo que Diana vuelva a abrir los ojos - No hay ningún sobreviviente señor - Volvió a recalcar el informante.

— ¿Cómo que no hay