— Te ves hermosa - Arnaldo, posterior a emitir aquellas palabras, había tomado con propiedad los labios de Diana que correspondió gustosa y aun con la respiración agitada al beso del hombre - Deberíamos de volver a casa y seguir disfrutando de esta noche antes de mi viaje - El hombre continuó su andar por el cuerpo de Diana mientras el entusiasmo de volver a penetrar a la morena estaba latente.Unos minutos después Diana se había vestido, no había mucho más que hacer e ir en casa era la mejor opción. Mientras tanto en la otra habitación Benjamín se maldijo saliendo de manera rápida del lugar, en algún lugar de sus pensamientos, escuchar los gemidos que provenía de la otra habitación hizo que sus pensamientos fuera acaparado completamente por Diana, sus gemidos eran muy familiares para él.Una vez que se introdujo en su vehículo había cerrado los ojos y los recuerdos de la morena la inundaron, lo único que pudo hacer fue negar con la cabeza y masajear la frente - Tienes que convertirt
— ¡Benjamín! - Murmuró Diana con la voz temblorosa, se había imaginado muchos escenarios ante un posible encuentro con Benjamín; sin embargo, ahora que lo tenía ante sus ojos, su cuerpo entero había temblado y algo en su interior había palpitado y con más razón al observar que la mirada oscura del hombre tenía brillos de decepción.— ¿Qué significa esto, Diana? - Su voz era áspera, prácticamente la atmósfera se había vuelto tensa, el Coronel podría aniquilar a la mujer con una sola mirada.— No ha pasado absolutamente nada - Fue la respuesta dada por la mujer - Todo ha cambiado - Diana se apartó del hombre y quizás para la mínima decepción de la mujer, el Coronel no había hecho absolutamente nada para impedir que tomará aquellos centímetros que los separaba y entonces su profunda mirada se posó en la argolla de matrimonio que reposaba en el dedo de Diana.— ¿Estás casada? - Su voz era pavoroso y una pequeña sonrisa encantadora, pero diabólica había tirado de sus labios - Tu silencio m
— Ya está todo listo, esta noche en el Casino Akuarela la llegada del Líder está programada para las 23:15, debemos de matarlo - Santiago había colocado por encima de la mesa la fotografía de Carlos Da Silva - Alias Charles.— Comandante, no olvidemos que la muerte del Líder se debe dar por varias razones, una de ellas es la fórmula de la sustancia más mortal y la otra es por la amenaza de muerte al Presidente - Benjamín había interrumpido - Muerto es la única manera que tiene de salir el hombre de aquel casino.— Por supuesto Coronel ya está todo listo, siendo las 22 con 45 minutos va a producirse el arribo suyo al casino. — Muy bien Comandante, ustedes pueden empezar a prepararse, ya saben no quiero fallas en esta misión o de lo contrario les meto plomo en la cabeza - Con aquellas palabras Benjamín se había puesto de pie saliendo del despacho.Siendo las 22:30.P.M. los vehículos del Clan Benzema también se habían estacionado, Arnaldo ya había salido del país para resolver algunos a
Benjamín se había dirigido hasta un Bar después de aquella peligrosa Misión, el hombre sentía una rara opresión, sabía perfectamente que Diana estaba en el casino, pero él también sabía que era momento de dejar a la Morena por detrás, así que se tomó la copa de whisky que tenía, posteriormente salió del sitio dirigiéndose al hospital Militar, las ruedas de la Ferrari rechinan al introducirse en el Terreno Hospitalario Militar solamente faltaba un pequeño detalle para cerrar la noche y la misión por completo y aquello era conocer del estado de Salud de Santiago.— ¡Coronel! - lo saludaron los soldados encargados de recibirlo; pero como era de esperarse el hombre no les había dirigido la palabra tampoco se había percatado de que 3 personas lo estaban observando o por lo menos eso se creía, pero el Coronel tiene la mirada de un Águila, Benjamín se había acomodado el cuello de su chaqueta observando desde el costado de los ojos a las 3 personas misteriosas que lo tenían en la mira y prosi
¿Que es lo que quieres? - Sofía se había dignado a hablar cortando con la atmósfera incómoda en el interior del Vehículo, ganándose la mirada del Coronel que había aparcado el vehículo en el estacionamiento del departamento del Coronel, la pregunta de Sofía no había tenido contestación, pero al observar que Benjamín abrió la puerta ella entendió que debía de seguir al hombre, pero su carácter no lo permitía así que la mujer no había imitado la acción del Coronel, pero ni bien pasaron 30 segundos el mismo Benjamín abrió la puerta. - Sal - su áspera voz y su mirada fulminante había infligido temor en Sofía, así que obedeció - No juegues con la muerte - Agregó Benjamín, cuando habían entrado en el Lujoso departamento del hombre se encontraba a oscuras, Sofía sentía que su piel se helaba la Oscuridad camuflaba incluso al hombre, puesto que Benjamín se encontraba vestido de negro, pero la mujer sentía que la estaban observando hasta que las luces fueron encendidas y los ojos oscuros como
El cuerpo de la morena se había quedado helada al escuchar las palabras de Arnaldo, sus manos habían temblado y el hombre había dejado escapar una amarga sonrisa al sentir la reacción de Diana, pero la morena rápidamente había recuperado la compostura.— ¡Arnaldo! - Susurró Diana, ya toda la tensión sexual había disminuido.— ¿Qué ocurre? - A pesar de sentir que Diana no había respondido ante lo expresado por él, el hombre mantenía su voz de dulzura con la morena. Diana se había colocado por delante del hombre sosteniéndose por las rodillas y sus ojos avellana tenían un brillo diferente - ¿Qué pasa? - La yema de los dedos del hombre acarician el rostro de la Morena que había cerrado los ojos ante el contacto.— No quiero decepcionarte— Fueron las palabras expresadas por Diana - Pero no creo que pueda corresponder a aquel sentimiento llamado o conocido como el amor, porque cuando he amado, han basureado mis sentidos no soy perfecta, he cometido innumerables errores.— Diana ¿Quieres de
Los rayos del sol ya se infiltraba por la Cortina del departamento, Sofía se masajeó la frente suspirando hasta que escucho unos pasos a espaldas de ella, la mujer se había dado la vuelta encontrándose con un hombre vestido completamente de negro.— ¿Qué me ves? - La voz de Benjamín estaba aún ronco y su mal genio a tempranas horas ya contaminaba el ambiente.— Me quiero ir a mi departamento, no pienso soportarte ni un jodido segundo - Sofía lo fulminó con la mirada.— Pasaremos por la Base Militar para una Conferencia de prensa, posteriormente nos iremos al Registro Civil, luego vas traes tus porquerías y te devuelves aquí - Sofía se quedó analizando al hombre como si acabará de decir una locura - ¿O estás considerando la muerte de tu padre a causa tuya? - Benjamín se acercó a Sofía y está por inercia había retrocedido mientras sentía las frías manos del Coronel pasándose en su barbilla.— Te odio - Sofía se apartó de él - eres la persona más despreciable que conozco, te juro que voy
25 minutos más tarde, Benjamín había dejado escapar un suspiro al salir de las oficinas del Registro Civil - ¿Ya estás contento? - Fue la pregunta realizada por Sofía prácticamente en un Susurró, pero dicha pregunta no fue contestada por Benjamín, ambos se habían subido al vehículo parecía que estaban en una escalera eléctrica que no avanzaba, Benjamín había vuelto a la base, pero unos minutos después había vuelto a salir esta vez se había ido hasta el hospital militar.— ¡Coronel! - Saludo uno de los Militares al observar la imponente figura de Benjamín.— ¿Qué has sabido de Santiago? - Preguntó Benjamín.— El Comandante ya está en una sala, de hecho acabo de venir de allí es la sala 2 - Benjamín no le dirigió ninguna palabra más al Teniente dirigiéndose a la sala de Santiago, cuándo había entrado el Comandante se encontraba con los ojos cerrados, pero al sentir la presencia de alguien abrió los ojos de inmediato.— Supuse que no vendrías a verme, de hecho ya pensaba matarme por eso