BRUNO DE LUCA
--bruno… esto es un error… no podemos…--la hago cayó entre gemidos, mientras la hago mía una y otra vez, nadie llego a imaginarse que yo me enamoraría de la esposa de mi jefe, pero así fue, me enamore perdidamente de esta hermosa mujer, una mujer cálida, amorosa y amable, que me hacía sentir lleno con cada respirar, me hacía sentir realizado y por fin me sentía encajar en este mundo que nunca ha sido fácil para mi
--ya no hables más amor… solo disfruta esto… disfrútalo como yo lo hago… te amo…--esta gime aún más fuerte y culminó dentro de ella, la verdad no imagine nunca en mi vida que el destino me daría la fortuna de enamorarme de una mujer tan especial y bella, esta mujer esto todo lo que una vez deseé, fue todo lo qu
DANTE D’ANGELOMe encontraba en el centro de parís, en uno de los bares que se supone que se movía nuestra mercancía, y en aquel preciso momento estaba lo más de aburrido sentado en el sillón principal del lugar. Y la razón principal de mi agobio se trataba de que aquellas mujeres no dejaban de moverse e insinuarse para llamar mi atención, algo cansino la verdad, yo solo deseaba que todo acabara de una vez, mientras aquel idiota no dejaba de intentar explicar cómo era que había perdido más de veinte millones de euros en ventas, cuando era más que obvio que los chicos no se equivocaban para nada en la distribución, a lo que lo llevo a un gran desespero, y es que, puede que parezca alguien amable y convaleciente con mi esposa y con los chicos, pero la verdad era otra, yo podía llegar a ser aun peor que Alonso cuando no tenía las respuestas que esperaba
DANTE D’ANGELOMe dirijo hacia mi habitación completamente ebrio, la verdad tropiezo con todo a mi alrededor, y es algo cómico pues solo hay una alfombra en el suelo, ¿pero qué mierdas me importa? ahora solo quiero acabar con todo lo que hay a mi paso, mi enojo en vez de disminuirse con el licor solo ha logrado aumentar, pues aquellas palabras escritas no dejan de dar vueltas en mi cabeza, no dejan de atormentarme, no dejan de hacerme sentir como una mísera mierda, no dejan de sonar oraciones una y otra vez en mi cabeza, aquellas palabras escritas de su parte para ella, y que posiblemente mi cabeza juega conmigo al inventar una respuesta de su parte, se podría decir que son mis verdugos, porque si eso es lo que son, mis verdugos, mis pesadillas, mi castigo, las palabras de él jurándole amor eterno, diciéndole que huyan, mi cabeza las repite
Moscú RusiaDayana Ivanov--¿Dayi…? ¿Dayi…? ¿Cariño donde estas…? ¿Bebé…? me estas asustando…-- allí estaba yo sentada frente a retrete botando hasta mis órganos, en cada arcada que salía de mi ser, la verdad es que sentía que el mundo se iba en cada impulso que tomaba mi organismo al vomitar--aquí… ya no seas tan dramático…--Luca se acercó a mí con una medio sonrisa en los labios al notarme en la posición en la que me encuentro, mientras que yo lo observo cansada ya de estar vomitando hasta mi alma--te dije que no comieras aquello y que te ibas a arrepentir, comer tanto dulce no es bueno para la salud de nadie, es un milagro que no te haya dado un coma diabético en ese momento, ven levante de ese piso ha de estar helado, vamos amor…--tome la mano
DANTE D’ANGELO --es imposibles que no sepas nada de ella... ¿y qué pasa con Luca Ivanov?, este tampoco aparece, necesito alguna respuesta estoy a punto de volverme loco....--doy una gran suspiro intentando tranquilizarme, pues estoy a punto de un colapso nervioso, la verdad todo es un gran lío, y todo por culpa de mi padre, pero a quién quiero engañar, todo es culpa mía, en primera parte por haber sido tan ridículamente precipitado y en segundo lugar, por haberme dejado manipular por padre otra vez y haber caído en su manos, observo a Vincent y Erik que se encuentran frente a mí, mientras los demás están distribuidos por la oficina, aquello me tienen los nervios de punta, pues llevamos cuatro meses sin saber nada de los Ivanov, ni el más mínimo rastro, es como si la tierra se los hubiese tragado y aquello me tiene más que nervioso, pues no se cual ser&aacu
DANTE D’ANGELOPARÍS- ITALIA--¿me prometes que me llamaras?, la última vez me lo prometiste... y quede esperando tu llamada una semana completa D’angelo...--observó su cabello rubio recién peinado y su maquillaje retocado, mientras que no sé cómo haré para no burlarme en su cara, pues la verdad no la llamaré, y el hecho de haberme encontrado con ella anoche en el bar fue solo una mera casualidad, claro que no la volveré a llamar, no soy estúpido, ella es solo un desliz, un paso más en mi vida--claro que te llamare dulzura... te llamaré luego...--esta me regala una sonrisa y luego noto como sale por la puerta de mi apartamento, mientras hago un gesto con los dedos en forma de despedida y cierro la puerta, la verdad es que no
Dayana Ivanovsalgo de la mansión D’angelo, mientras doy un gran suspiro llenándome de muchas energías, y buscando mi propia tranquilidad venir aquí no fue nada fácil, y aunque intentaba demostrar lo contrario, la verdad mi corazón se llenaba de impaciencia y malestar, pues allí estaba él, con sus bellos ojos castaños iguales a los de mi pequeña, y con sus expresiones de confusión y enojo, pero no actuaría como una tonta, no sería débil ante él, pues yo era una Ivanov y como tal debía sé fuerte, no solo por mi hija, también lo haría por mi esposo, Luca se ha sacrificado tanto por nosotras que era inaudito que yo le diera la espalda con todo esto, el me necesitaba y allí estaba yo para mi esposo--señora... ya todo está listo--doy asentamiento de cabeza y subo al auto, el cual estaba resgua
Esto no puede ser verdad, claro que no, la vida no puede golpearme de esta manera, no esta noticia, que es lo que ocurre, ¿acaso soy algún experimento de alguna historia mal escrita, en donde el destino o el escritor se aferra a la idea de golpear al protagonista una y otra vez?, aunque si analizamos mi historia, tal vez no es una historia común, en la que el protagonista tenga una buena vida, o quizás soy el villano y ahora solo llega mi momento de sufrimiento, en el que sufro por mis errores, pero sería algo irónico que sea mi momento de sufrimiento, cuando la vida me ha golpeado de esta manera desde que tengo memoria con el padre que me ha concebidoobservó de nuevo el documento, las fotos y la investigación completa, y por fin entiendo por qué Luca Ivanov no quería verme, el por qué habían enviado a Dayana a mi encuentro, pues ni yo sé cómo podría observar a la cara a
Luca Ivanovuna tregua, decir que esas palabras no me dieron una sensación extraña sería una total falsedad de mi parte, pues no podía creer que me llagara cierto sentimiento de regocijo, es más podía notarlo en D’angelo, que se encontraba de igual manera, y no digo que desde ahora seriamos amigos o los hermanos inseparables, pues aún tengo cierto sentimiento de resentimiento debido a que lo quiero lejos de Dayana y de mi hija, ellas son mi familia, y aunque el extrañamente sea mi hermano, no confió en él, pues el señor D’angelo demostró su falta de respeto el día que violo a mi hermana, y si había terminado con aquella guerra fue por petición de mi esposa, pero no lo olvidare jamás, jamás olvidare aquello por lo que sufrió mi bella Dayi, aquello por lo que lloro noche tras noche, pidiéndome que no la abandonara, por