CAPITULO 69

Angélica y Lucía habían llegado muy tarde en la noche a su lugar de estadía, habían salido del país a altas horas de la madrugada para no tener que enfrentar de nuevo a Manolo, en especial Angélica que no quería escuchar sus explicaciones.

Lo único que necesitaba en ese momento era Paz para culminar con su embarazo.

Ella había llamado en ese momento a uno de sus abogados para que iniciara los trámites del divorcio porque ya no sabía cómo tratar esta situación con Horacio.

El hombre del que se había enamorado ahora solamente era un hombre lastrero.

Por primera vez se dio cuenta de nuevo que era una mujer valiosa y que tenía mucho porque luchar y por hacer y que no iba a permitir que él acabara con todos los sueños que había construido.

Angélica por su parte se encontraba completamente deshecha después de lo que había sucedido con Manolo y el sentir que lo único que lo ataba era el bebé que tenía en su vientre.

Decidió en ese momento tomar una ducha para poder descansar dura