CAPITULO 5

CAPITULO 5

Mariano sacó de su casa a Luisa de inmediato, tenía tanta rabia que le pidió a su padre que terminara con la fiesta.

—¿Qué es lo que está pasando hijo?— Hernán se dio cuenta por la manera en la que Mariano estaba actuando, que algo malo había pasado.

— Kenia sabe toda la verdad, Luisa le contó todo — Mariano agarró una copa de whisky y lo bebió de un solo sorbo.

— Lo importante es que tú tienes el control del dinero, después tendremos que convencer a Kenia pero seguimos siendo poderosos — Hernán solo necesitaba tener el control sobre el dinero.

— Ella es mi esposa y estoy enamorado de ella, no voy a permitir que la sigan viendo como una cifra — Mariano subió a su habitación muy enojado y desesperado.

Decidió en ese momento marcar a su celular, sabía que necesitaba un espacio para estar sola, pero quería aclararle que la amaba.

Sin embargo escuchó que el celular se encontraba en la habitación y que ella lo había dejado en ese lugar.

No tenía ninguna manera de comunicarse con ella, pero en el fondo de su corazón sabía que algo estaba muy mal.

Kenia estaba en un estado delicado de salud, los paramédicos estaban haciendo todo lo posible para salvarle la vida.

Una enfermera agarró su cartera y se dio cuenta de la tarjeta que había dejado Rafael, en ese momento decidió llamar al hombre.

— Una mujer tuvo un terrible accidente y lo único que tenía era esta tarjeta dentro de su bolso — le informó que se encontraba algo grave y que lo mejor era que fuera al hospital.

Rafael durante un segundo pensó que lo mejor era avisarle a Mariano, pero prefirió ir solo para confirmar que todo lo que había construido dentro de su cabeza solo era producto de su imaginación.

Rafael llegó al hospital y se presentó como el novio de Kenia, decidió colocarle otro nombre hasta entender que había sucedido y sabiendo que era una mujer muy importante.

— Ella es mi prometida, Helena — fue el primer nombre que se le ocurrió en ese momento, lo único que deseaba era saber que había sucedido.

Espero durante varias horas mientras Kenia se empezaba a recuperar, cuando la pudo ver de inmediato entró hasta donde ella estaba.

—¿Qué fue lo que te pasó?— Rafael la tomó de la mano y le recordó que siempre estaría para ella.

— Nada, solamente que me choque con la realidad, Mariano se casó conmigo por dinero — Kenia sentía en ese momento que su corazón se iba a reventar del dolor.

Los médicos le aplicaron un calmante, le pidieron a Rafael que estuviera dentro de ella durante toda la noche pues aún se encontraba en estado delicado.

A la mañana siguiente, las cosas empezaban a aclararse para Kenia.

— Quizás tengo que hablar con él, es una persona indispensable para mí, si Luisa hizo eso quizás es porque en verdad él se enamoró de mí — ella quería creer que la fantasía de su amor no estaba destruida.

Pero todo cambió cuando los médicos ingresaron para hablar un tema muy delicado.

— intentamos compartir algunas de tus infecciones con fuertes antibióticos que no tenían reacción, decidimos hacerte unos estudios más especializados y nos dimos cuenta que en tu cuerpo hay grandes dosis de veneno — el médico le explicó que quizás esto fue lo que provocó la ceguera momentánea.

Kenia sintió en ese momento que todo su mundo daba vueltas, recordó de inmediato lo que le había dado Paulina.

Desde que había empezado a tomar aquellas gotas milagrosas, sentía que todo a su alrededor era diferente.

No solamente las náuseas de la mañana y los mareos, pensaba que todo esto era producto de un efecto secundario, pero darse cuenta de la realidad es mucho más aterrador.

Rafael le pidió discreción a los médicos, no quería que la historia clínica de Helena saliera de ese lugar.

— El no... Mariano no sería capaz de hacerme algo como eso, Yo sé que se pudo casar conmigo por interés pero matarme — Kenia negaba con la cabeza una y otra vez sintiendo que algo dentro de su corazón se rompía.

— Kenia, tú le entregaste todo el dinero a Mariano, desde hace algunos días estuve investigando acerca de la muerte de tus padres, siempre tuve la sospecha que Hernán fue culpable pero no tengo las pruebas suficientes — Rafael toma un poco de aire.

Rafael le cuenta, que el padre de Kenia fue un ángel guardián para él que lo ayudó no solamente a salir adelante sino que le pagó una carrera en leyes.

Se sentía en deuda con su familia y sobre todo con ella, por eso cuando ocurrió que el accidente siempre tuvo muchas sospechas.

Decidio investigar por su cuenta, para darse cuenta que había muchas irregularidades y que las investigaciones habían sido pausadas por el uso de dinero.

Kenia sentía un fuerte escalofrío dentro de su corazón porque entendió, que esa noche ella debería haber estado en aquel automóvil y también había muerto con sus padres.

—¿Qué es lo que tengo que hacer ahora? Si las autoridades cayeron ante sus manipulaciones para no continuar con el caso, no me van a creer lo del envenenamiento — Kenia se sentía muy débil para luchar en especial con el hombre que amaba.

— Ya perdiste todo tu dinero, por lo menos podemos preservar tu vida, es lo más importante antes que los bienes materiales — el hombre la tomó de las manos y le prometió que haría lo que fuera necesario para cuidarla.

Cuando le dieron salida del hospital, decidió llevarla a su casa donde Kenia lloró encerrada en una habitación durante días.

El apetito había desaparecido por completo de su organismo, además debido a todos los problemas que le había ocasionado aquel veneno, su metabolismo había cambiado y empezaba a actuar diferente.

Sentía, que la tristeza que tenía dentro de su corazón lentamente se convertía en una mancha negra de rabia, sabía que todo lo que habían hecho los Valencia necesitaba ser castigado.

Ya no podía creer en una sola palabra de Mariano, él también era parte de todo este complot ante sus ojos.

Tomo una larga ducha mientras se quedó mirando a la nada, quería llorar con todas las fuerzas de su corazón pero las lágrimas parecían no salir de sus ojos.

Su alma se había quebrado por completo, Ella tenía que ser una mujer diferente y sobre todo tenía que cobrarles muy caro lo que habían hecho.

— Tu me dijiste que podía contar contigo para lo que fuera, por eso necesito que me ayudes en un plan que estuve pensando en estos días — Kenia tomó un poco de aire mientras se limpiaba la última lágrima que caería de sus ojos durante mucho tiempo.

***

Mariano estaba muy preocupado por ella y había contratado un detective privado para que la buscara pues ya habían pasado varios días sin saber nada de Kenia.

Para su familia era lo mejor que podía haber pasado, ya no necesitaban que la gorda siguiera viviendo en la casa, y tenían el dinero por tiempo momentáneo.

Hernán estaba muy preocupado, si durante estos días Kenia decidía quitarle el poder que le había dado a Mariano de nuevo se quedaría en la calle.

Rafael llegó vestido de negro y pidió hablar con toda la familia, en especial con Mariano pues traía noticias de Kenia.

—¿Dónde está mi esposa? Yo necesito hablar con ella de manera urgente — Mariano en ese momento se sentía desesperado y cualquier luz de tranquilidad era suficiente.

— Ella está muerta, hace un par de días me contactaron, al parecer Kenia decidió lanzarse de un puente, había una carta con especificaciones para ser cremada y vengo a entregarle sus cenizas más los comprobantes de su cuerpo — Rafael tomó un poco de aire.

Mariano en ese momento cayó al suelo lleno de lágrimas, agarró la urna que le entregó Rafael y la abrazó con todas las fuerzas de su corazón sintiendo que una parte de su vida se estaba yendo con Kenia.

— Te amo mí amor, te amo — repetía una y otra vez mientras abrazaba aquel féretro pequeño.

Hernan no tuvo ningún reparo en preguntar y lo único que estaba interesado.

— ¿Qué es lo que pasará con el dinero de Kenia?— preguntó pensando que quizás se quedaría sin nada.

— Cómo se dispuso, el dinero quedará en manos de Mariano que es su viudo — Rafael se despidió de la familia.

Mientras Mariano estaba llorando y se encerró en su habitación con las cenizas los demás estaban llenos de regocijo.

Rafael en ese momento se subió un automóvil y llegó hasta el aeropuerto, le contó a Kenia lo que había sucedido, pero decidió omitir la reacción de Mariano para protegerla de cualquier duda.

—¿Estás completamente segura de lo que vas a hacer?— le pregunta mientras los dos se suben a un avión privado.

— Si, mi madrina es la única persona que me puede proteger, además ahora me siento muy débil y necesito ser una mujer distinta si quiero enfrentar a los Valencia — Kenia tomó una copa de champán mientras el avión despegado y miraba el horizonte.

—¿Enfrentar a los Valencia?— Rafael no entendía exactamente qué era lo que ella deseaba.

— Si, ellos se encargaron de acabar con mi vida, me quitaron a mis padres y el dinero de su trabajo, me rompieron el corazón, y cuando regrese siendo una mujer distinta, Te juro que los voy a dejar sin nada más que la sombra de mi venganza — suspiro.

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