Capitulo 40

Franco se queda en silencio mientras ve todo a su alrededor girar en cámara lenta, sabía que todo alrededor era diferente desde este momento que la muerte de Francia significaba un antes y un después en su vida y sobre todo qué significaba que ya nada sería igual.

Helena mueve el cuerpo inerte de su hija que cada vez se pone más frío como un tempano de hielo mientras le grita una y otra vez que debe despertar que tiene que regresar del umbral donde está que no puede dejarla sola.

—¡Francia!— grita desesperada mientras las lágrimas caen por sus mejillas y lentamente hacen que el mundo de todos los que están alrededor se desvanezca — No se la lleven ella va a despertar — les pide a los paramédicos que para seguir con el proceso tienen que llevarse el cuerpo a la clínica y realizar la necropsia del cuerpo para que puedan hacer los servicios