CAPITULO 125

Obviamente cuando escuché todas las palabras que me tenía que decir Mateo sentí una especie de angustia dentro de mi corazón porque lo último que deseaba era que mi hijo se fuera lejos.

Era Claro que cualquier hijo tenía derecho a realizar su propio camino y que yo no había sido una mamá gallina y que mucho menos había criado a Mateo para que fuera un cobarde, pero me refería a que en este momento con un asesino que nos estaba buscando lo peor que podía hacer Mateo era alejarse de nosotros.

— Hijo, Creo que este no es el momento adecuado para que decidas irte, sabes que aquí tiene seguridad y que esta persona no te va a alcanzar fácilmente pero si estás lejos no vamos a poder vigilarte — quería que Mateo entendiera que lo único que yo deseaba para él era su bienestar y que lo único que me interesaba era que él estuviera tranquilo.

— Yo soy consciente que el asesino nos puede alcanzar, pero en el fondo de mi corazón Lo único que quiero es que te des cuenta de la tortura qu