SANGRE REALPOV EDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIA —No puede creer usted que él venir aquí arregla las cosas… o repara el daño que usted le hizo a mi hija—reclamó con rencor en la voz.—Sé que no—admití bajando la vista en señal de respeto.—Le advertí mil veces a Ana Lucía que no le convenía acercarse a tipos poderosos, que eso no podía terminar bien de ninguna manera— me miró otra vez con más desprecio.— Y ahora mire, quedó como un arribista, y le acaban de restregar a todo el reino que mi hija es una vulgar asesina, una mujer sin moral, o mejor dicho… de moral bastante distraída. Ana Lucía estaba tratando de rehacer una vida… ahora con esto no le quedará tan sencillo. ¿Quién querría irse de excursión de buceo al fondo del mar con una presunta asesina? Usted y el tal Camilo han acabado otra vez con mi hija… con eso de empeñarse de ir a la Casa Real.—Entiendo que esté furioso, y que a mi no me quiera ver ni en pintura… pero es necesario que me escuche.—¿!Para que muchacho!?¿!Para qu
VERDADES DIFÍCILESPOV EDUARD DE AMBER. REY DE VARSOVIADespués de las últimas palabras que escupio Sir Ralf la iglesia entera quedó en silencio.«¿A que hijo se refería ese hombre?»Ciertamente tenía que haber enloquecido. No habia en mi pasado nada que se acercara siquiera al episodio que hablaba.—¿De que hablas?—rugi y Ana Lucía cubrió la boca con sus manos. Se la entregue a su padre y me encaminé al delincuente de cuello blanco que estaba allí arrodillado sometido por la justicia. Se había resistido, así que a la policía no le quedó otro remedio que someterlo.Me acerqué y lo tome del pelo levantándole la cabeza para verlo a los ojos.—¿De qué mierdas estás hablando?— pregunté otra vez. A punto de sentir que le torcería el cuello si no me acababa de decir lo que ocurría.—Del hijo que lloraste como tuyo—escupio con desprecio.—¡No Ralf! No te atrevas a abrir la boca— grito más nerviosa que enojada Mary Luz .—¿No qué?¿Que demonio iba a decir esta escoria? — interrogue a los gr
VENENO EN LA SANGREPOV EDUARD DE AMBER. REY DE VARSOVIAEl trayecto al palacio fue acechado por paparazzis que deseaban conseguir una instantánea de Ana Lucía llevando el vestido de novia más hermoso que he ia visto en mi vida. Aún así la boda había sido un completo desastre y yo me sentía culpable de que nuestra boda se hubiera se hubiera ido al demonio, pero mi madre me orilló a esto.Ahora ya no hay nada que la reina madre pueda hacer para impedir la coronación, y cuando yo sea el Rey, pues Ana Lucía será protegida por la Corona.El Rolls Royce avanza por las calles del centro, mientras que Ana Lucía sigue frente a mi en silencio.—¿Estas bien bonita? —preguntó y ella asiente con la cabeza. Por traumáticos que hayan sido los sucesos en la iglesia se que hace falta más que eso para doblegar a AnaLu, a mi mujer.—Estaré bien— se apuró en responder— Odio que te hagan daño Eduard, a pesar de esa coraza que le muestras al mundo eres demasiado leal, demasiado bueno.—Así me ves tú Ana
VENENO COMPARTIDO EDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIAEspantado, bajo la vista al suelo, no me creo capaz de verle a los ojos a Ana Lucía. Aún así no logro centrar la mirada en algo, solo me pierdo en mis convulsos pensamientos.Siento tanta opresión en el pecho, que no creo que pueda articular una palabra. Tampoco estoy seguro que algo que salga de mi boca ahora mismo pueda expresar el puñal que acaba de destrozar mi interior en miles de pedazos que me hieren de muerte, más aún.No sé si siquiera si pueda acercarme a ella, creo que la romperé más si la toco.Pruebo la sal de mis propias lagrimas, lágrimas que ni siquiera sabía que estaba derramando.Me acerco un poco a ella que también está muda y la ayudo a ponerse de pie con tanto cuidado como si fuese de cristal, también está en silencio, más bien debería decir que está en shock.La tomó de la mano y ella se termina de poner de pie. Tiro de ella y la encamino hacia el baño. No me puede decir que no ocurrió nada… o que estaremos
DATE CUENTA ANA LUCÍA GAITAN Pasaban la tres de la madrugada, cuando Eduard por fin abandonó la sala de estar. Nuestra noche d e bodas se había convertido en un campo batalla, entre su negación y mi resiliencia. Sus miedos y mi seguridad estaban en una constante puja en la que ninguno de los dos saldríamos vencedores.—¡Ven a la Cama!— lo llamé y por fin agotado accedió. Se acercó con pasos cortos, como si le costase caminar. —Mañana en la mañana veremos las cosas más claras— insistí tratando de transmitirle un poco de humor.—Date cuenta que aunque no vengas a dormir seguiré aquí, y si te vas te busco. No iré a ninguna parte ye tú no estés.—Acosadora— me acusó en un susurro en modo de broma.Mentiría si no dijera que yo también estaba asustada, pero no soy una niña y sabía perfectamente en lo que me metía. Acepte estar con él porque me enamore, y eso tiene que ser suficiente para ambos.Tiene que ser suficiente mi amor para espantar este nudo que tengo en la garganta. No quiero
DIADEMA Y TRONOANA LUCÍA DE AMBER REINA DE VARSOVIA La ceremonia comienza, y aún no me puedo creer que camine de la mano de mi esposo rumbo al altar, para ser declarados por la gracia de Dios como el rey y la reina del reino de Varsovia. Realmente tengo que reconocer que mi tiempo como princesa fue extremadamente corto… si estuviera en competencia podría romperle algún récord a Disney. Solo fui princesa tres dias y medios.Al fin quedará sobre la cabeza de Eduard la Corona, y la diadema en mi. La joya con el significado ancestral es un peso que ya estoy dispuesta a cargar, con tal de hacer la vida de Eduard más llevadera.Cámaras y micrófonos de los principales medios de todo el mundo están aquí. Miembros d ela realeza de toda Europa llegan para dar su apoyo al joven Rey de Varsovia. A sus treinta y dos años Eduard es uno de los reyes más jóvenes que se han coronado en los últimos años.Gardeny Blackaster está aquí Justo a su esposo, y es la única cara conocida para mi, el resto
SENTENCIA DE VIDA O MUERTEPOV EDUARD DE AMBER REY DE VARSOVIA Exactamente hoy hace dos meses que soy el hombre más feliz y el más desdichado del mundo.Ya han trascirridos treintas días del momento en el que me casé con Ana Lucía Gaitan.También hace dos meses que soy el Rey Coronado de Varsovia. Ana Lu aprende a diario a cómo hacerlo mejor, a cómo ser la mejor reina posible. Yo por mi parte estoy seguro que no pude haber escogido mejor.Más no todo es alegria, hoy también hacen mil cuatrocientas cuarenta horas que no le hago el amor a mi esposa.Sé que ella ya está desesperada, pero no me creo capaz de volver a entrar en ella después de lo que ocurrio.Nuestra relación aparentemente sigue igual, pero no es así. Esa complicidad que se transmitía cada vez que hacíamos él amor ha desaparecido.He intentado de convencer a Ana Lucía para que se haga los test de necesarios para saber si la infecté, pero se niega cómo mula necia.—No tiene caso negarte Ana Lucía…— musité cuando la vi d
LA NOTICIA.EDUARD DE AMBER.REY DE VARSOVIA.Ana Lucía palideció al punto de casi desmayarse. Podía hacerse la fuerte, pero una cosa era imaginarse enferma y otra bien distinta era confirmarlo mediante un examen.Ahora si prefería que un rato me matara que verla sufrir por mi causa.Tomé su mano y la apreté en las mías, yo había ocasionado todo esto por mi maldito egoísmo. Tenía tantos deseos de ternerla… de hacerla mía, que no medí las consecuencias que traerían para ella, y para mi; porque después de esto yo tampoco sería el mismo nunca más.—Después de que una pareja nos informe que mantuvo relaciones desprotegidas, o que tuvo un accidente con un profiláctico, como es el caso de sus majestades, realizamos varios exámenes de rutina… para descartar lo más obvio— explicó el doctor pero Ana Lucía ni siquiera lo miraba.— Es por eso que ya sabemos con certeza que su alteza real la Reina tiene un diagnóstico positivo, y por eso se siente con nauseas y mareos matutinos.—¿Entonces es