La Isabela callada, tímida e inocente que todos conocían, había muerto.Había sido asesinada el día de su coronación cuando le quitaron la poca fe que aun tenía en la humanidad. Nunca fui vengativa, despiadada ni mucho menos había odiado a alguien en mi vida.Esa noche luego de llorar por horas y gritar hasta desgarrarme la garganta entendí que la única manera de acabar con todo eso era haciendo justicia. Yo era la reina de Dinamarca y se lo haría saber al mundo.Cuando desperté en la mañana me sentía alguien nuevo, alguien diferente, el miedo se había disipado. Despedí a la mitad de los empleados porque no podía confiar en ellos y sólo dejé a los que mi padre había contratado.Iba a recuperar el reino y comenzaría desde el núcleo.Entré a la oficina de mi padre y una ira incontrolable me invadió todo el cuerpo al ver a Helena sentada en la silla que era de mi difunto padre, estaba revisando sus cosas tan animosamente que ni se percató de mi presencia.Me aclaré la garganta y levantó
Lo siguiente en mi lista era liberar a todas aquellas personas que habían sido encarceladas injustamente.Acompañada de mis guardias fui personalmente a disculparme. Estaba nerviosa porque esas personas pensaban que yo les había hecho esto, el líder del partido republicano me veía con tanto desprecio que me sentí intimidada.—¿Viniste a ejecutarnos?—pronunció tajante.—No.—negué tratando de hacer contacto visual con cada uno—. Vengo en nombre de la casa real para pedirles una sincera disculpa...—Tus disculpas no son bienvenidas—dijo otro de ellos y mi atención se posó en él—Tenernos aquí arbitrariamente, como presos políticos...maltratar a nuestra familia, usted no merece nuestro respeto.Uno de mis guardias quiso acercarse a él pero lo detuve.—El señor tiene razón—asentí, todos comenzaron a murmurar—Una disculpa no es suficiente para todo lo que tuvieron que pasar en prisión, me siento muy avergonzada y por eso quiero dar la cara.—No se van a salir con la suya—dijo el líder del pa
Aquella noche no pude pegar un ojo.Hablar con Chloe había revuelto todos esos recuerdos que guardé bajo llave para poder continuar. Estaba lloviendo y las gotas de lluvia golpeaban contra el vidrio de mi ventana, el agradable sonido me relajaba pero de un momento a otro...comencé a llorar.Siempre sentí que era una egoísta, debí detenerlo cuando las cosas con Asher se tornaron serias, pero yo dejé que llegaran lejos y eso trajo como consecuencia la destrucción de ambos.Me levanté de la cama, abrí el primer cajón de mi cómoda y saqué el libro que él me había regalado hace tiempo. Sonreí al recordar el momento exacto cuando me lo obsequió, su sonrisa, sus ojos que brillaban más que las estrellas en el cielo.❝Sólo se vive una vez . Pero si lo haces bien, una vez es suficiente❞- Mae WestSu dedicatoria estaba escrita en la primera pagina, pasé mis dedos sobre ella y una de mis lagrimas cayó sobre la pagina humedeciéndola.El marca páginas era una serie de fotos que nos habíamos tomado
Lo abracé, sintiendo como volvía a la vida, sus brazos me rodearon, apoyando su mentón en mi coronilla mientras me estrechaba con fuerza. Había regresado a mi lugar favorito.—Yo le pedí que viniera—dijo Michael luego de un rato y lo abracé con más fuerzas porque tenía miedo que fuera una ilusión y desapareciera—Necesitas toda la ayuda posible y cuando Chloe me dijo lo que nos estabas pidiendo no dude en contactar a Asher.Me separé para mirarlo de nuevo y sonreí del mismo modo que él me sonreía. Acarició mi mejilla sutilmente con el dorso de su mano y cerré los ojos dejándome llevar por su relajante tacto.—Gracias...—murmuré abriendo los ojos.—Nunca abandonaría a mi hermosa chica, aun hay un baile pendiente...—dijo eso en un tono divertido y escuché a Michael chasquear la lengua—Le robaste esa frase a Steve Rogers, tuviste todo este tiempo esperando por verla y ¿no pudiste inventar una frase propia?.Sonreí perdiéndome en sus ojos ignorando por completo lo que Mike estaba diciendo
Esa noche tampoco pude dormir, pasé toda la madrugada cuestionándome si estaba haciendo lo correcto.Me di cuenta que estaba a punto de amanecer cuando el cielo comenzó a tornarse de ese color lila precioso. Me levanté para abrir más las cortinas y disfrutar de ese hermoso momento de paz. Escuchar el sonido de los pájaros, el aroma a tierra húmeda, el hermoso rocío que decoraba los pétalos de flores, suspiré y una sonrisa se me dibujó en el rostro.No despertaba de tan buen humor desde hace tiempo. Luego recordé que el motivo de mi buen humor y de mi ansiedad en la noche era que, el amor de mi vida estaba de vuelta y mi corazón estaba celebrando.Fui a darme una ducha y me arreglé para ir a verlo. Sabía que él no despertaba tan temprano y probablemente seguía profundamente dormido. Aproveché que aun no amanecía por completo y el palacio seguía a oscuras, logré escabullirme de los guardias que custodiaban el pasillo de mi habitación, me sentía toda una ninja.Reí ante ese pensamiento.
Volvimos al palacio para desayunar y en el camino le fui enseñando a Asher un poco de danés. Era gracioso escucharlo tratar de pronunciar las palabras y mis risas no se hicieron esperar.—Goddag...—pronuncié despacio para que lograra entenderme—Es como un saludo más formal.—¿Godagad?—reí negando y le di un par de besos.—Goddag, amor, no es tan difícil.—Quizás me estoy equivocando a propósito para que me beses.—En ese caso nunca vas a aprender...—me distraje besando sus labios y lo abracé por el cuello—Jeg elsker dig—murmuré contra sus labios y apretó mi cintura riéndose.—Espero no me estés insultando porque también me sé muchas groserías—reí dándole tantos besos como pude y terminamos besándonos lentamente.—Acabo de decirte que te amaba—¿Cómo se dice que te extrañé mucho?—Jeg har savnet dig sa meget, min kærlighed—frunció el ceño y exploté en risas volviéndolo a besar una vez más, no me cansaba de hacerlo.—Desde que supe que eras danesa tengo una fijación por los países escan
Ese martes había nevado más que nunca.Era uno de los inviernos más fríos en la historia de Nueva York y todo el mundo parecía estar alarmado.Excepto Asher y yo.Para nosotros fue la excusa perfecta para no salir de casa, no teníamos que ir al conservatorio porque el estado había dado una alerta de emergencia puesto que en la madrugada había caído granizo.Estábamos felices de poder andar todo el día en pijamas.Amábamos flojear.Inventamos un montón de actividades para hacer juntos ese día. Buscamos recetas alocadas por internet y tratamos de recrearlas.Convertimos el living de su departamento en una sala de cine y vimos la trilogía de poltergeits, que según Asher era la mejor trilogía de terror de la historia.Obviamente lo obligué a ver una película también.Elegí las dos películas de El Diario De Una Princesa porque si le iba a presentar a todas las princesas Disney, Mía Thermopolis no podía quedar por fuera.—Pasar de ver Poltergeits a esto es un cambio drástico...—comentó mien
Hace dos días que había nombrado a Chloe y a Michael como parte de mi corte real.Cuando anuncié el comunicado nombrando los Hertugs de Schleswig el mundo se paralizó. Mi reinado estaba siendo observado por el mundo entero y saber que dos estadounidenses se habían convertido en hertugs daneses fue polémico.Dinamarca no le daba un titulo noble a una persona fuera de la realeza desde 1400. Ser Hertug en el orden gerarquico de la corona danesa, era importante, te ponía sólo por debajo del titulo de principe o princesa.Se suele conceder a hijos de la realeza que no son herederos, pero siendo la reina soberana y absoluta podía darle el titulo a quien quisiera.No habían dos personas que merecieran más un titulo noble que ellos dos, si pudiera expulsar a toda mi familia y revocarlos de sus funciones para quedarme sólo que ellos dos, lo haría sin duda alguna.Para ellos fue un golpe bajo, había puesto a dos completos desconocidos con más poder jerárquico que ellos y la prensa no tardó en a