¡Oh, miércoles!
Me quedé totalmente muda, pues en ningún momento pensé que fuera a decirme tan directamente y sin tapujos esas palabras. No supe que responder, ni siquiera sé sí estoy respirando con normalidad. Kilian dio vuelta al sofá y se sentó a mi lado, tomando mi mano y arropándola con las suyas. Sus gestos son muy tiernos, delicados, como si temiera a hacerme daño. En mis sueños él era un hombre muy diferente, pero este que estoy viendo superó cada expectativa que me he creado en la mente.—Piénsalo, ¿sí? — sonrió.—No sé qué decirte — reí nerviosa—. Eso ha sido un ataque fulminante. ¿Estoy muerta?Rio, tiene una risa muy bonita.—No, estás muy viva — estrujó mi panza, haciéndome reír de puraLos siguientes días, literal me la he pasado huyendo de Kilian, pues aún no sé si aceptar o no su invitación a ese club tan extraño que me llevó Ethan, además de que sus labios no han dejado mis pensamientos ni un solo segundo del día, por lo que la vergüenza me domina cada que lo tengo enfrente de mí. No voy a negar que me da mucha curiosidad por saber más de ese mundo, pero a su vez, me da algo de miedo.Mi relación con Ethan siguió con normalidad en el trabajo, pero sí ha cambiado algo entre él y yo, pues esa cercanía de hermanos que teníamos antes se ha ido poco a poco. Ya no hablamos como antes lo hacíamos, tampoco hemos vuelto al café donde íbamos cada tarde. Extraño a mi amigo, y aun no comprendo el porqué de su actitud tan indiferente conmigo. Supongo que su enojo se debe a lo que p
KILIANMi gusto por Carol ha crecido mucho en estos últimos días después de haber probado del dulce sabor de sus labios y sentir el calor que brota cada centímetro de su piel; ella me grita que la someta a mí, a mis caricias, a mis besos, a mi experiencia.Esta noche tengo muchas sorpresas para ella, por lo que todo tiene que salir perfecto. Llevo días planeándolo todo con cabeza fría, convenciéndome cada vez mas que es ella la sumisa perfecta que necesito para ser feliz; a la que tanto he venido buscando y no encontraba.Sé que ella tiene un concepto errado de mi parte, pensando en que tal vez, por mi cama hayan pasado cientos de mujeres, pero lo que no sabe es que, será la primera en debutar entre mis sabanas. Me había convenido de dejar de lado esas fanta
—No te detengas — gimió suplicante—. Pero… también quiero ir al club contigo esta noche, después de todo, me has invitado.Por primera vez en mi jodida vida estoy en una difícil posición. Por un lado, estoy deseando que Carol conozca un poco del mundo en el cual he pertenecido por unos años, pero por el otro, solo el diablo es testigo de lo que es tener la tentación frente a sus ojos, dispuesta a pecar en todo el sentido de la palabra.—¿Y tú que deseas? — bajé mis labios por su barbilla hasta llegar a su cuello y deleitarme con el dulce y suave olor de su perfume—. Dime…Mordí ligeramente su cuello, provocándole un fuerte temblor por todo su cuerpo. Esa vibración me estremeció por completo, poniéndome a&
Deslicé suavemente los tirantes del vestido por sus hombros y bajé lentamente la prenda hasta dejarlo por debajo de sus jugosos senos, dejándolos a su vez expuestos para mí. No son como los había soñado; son mucho mejor. Tienen el tamaño perfecto, ¿será que mis manos los abarcarían por completo? Me pregunté, deslizando la yema de mis dedos por sus brazos y con la tentación de atacarlos con mi lengua y mis dientes. En cada roce puedo notar como su piel se va erizando y su respiración se va acelerando cada vez más. Inclusive, por más en que se muerda los labios, se escucha muy agitada.—Mi conejita resultó ser muy sensible, ¿eh? — mordí mis labios, perdiéndome en la suavidad de su piel y en lo dulce de sus jadeos.Cada fantasía me llegó de golpe a la cabeza, dejándome idiotizado por breves segund
Mordí mis labios, deslizando la tanga suavemente por sus carnosas piernas y así poder ver más de cerca la humedad que se concentra en el medio de sus muslos. El calor que emana de su interior es muy atrapante, deseo probarla, pero no hay nada mejor que hacerla perder el control de sí.Besé cada centímetro de sus piernas, ascendiendo mis besos y mis lamidas hasta culminar en la cara interna de sus muslos, muy cerca de esa parte tan sensible y húmeda. Deposité un suave beso en cada muslo, antes de relamer mis labios y lamer paulatinamente su feminidad sin llegar a penetrarla.—Por el amor de Dios — gimió y arqueó la espalda.La tomé de la cadera, presionando mi lengua en su interior y derritiéndome en el dulce sabor de sus fluidos. Simulé penetrarla lentamente, prolongando así cada espasmo en su cuerpo. Le dediqué una mirada lascivia, enterrando mi lengua en ella una y otra vez hasta que el aire llegue a hacerme falta. Los sueños sí que se pueden hacer re
CAROLMe removí en la cama queriendo nunca haber despertado, pues el sueño de anoche parecía muy real, tanto, que no quería seguir entre sus brazos, aunque sea mediante un sueño. Sus besos, sus caricias, la forma de hacerme mujer; todo parecía muy real, pero como siempre, todo había sido solo un sueño. Dándome ánimos para sobrellevar un día más en que lo sueño, pero no lo tengo a mi lado, abrí los ojos lentamente, encontrándome con la sonrisa más bella que haya podido ver en mi poca vida, y un par de ojos grises iguales de fieros a los de mi sueño.Me sobresalté tras verlo, mis ojos no daban crédito a lo que veían. Incluso tuve que pellizcarme más de una vez para saber si estaba soñando aún o no. Pero lo que creía un sueño, era una realidad. Kilian se encontraba tendido a mi lado, vi&e
Grité tan fuerte como pude, girando mi cuerpo hacia él mientras llevaba las manos a mi pecho para calmar mi agitado corazón. ¿Y este que hace aquí? Seguro se le quedó algo.—Ahora entiendo porque compras tanto helado — dejó varias bolsas sobre la isla de la cocina—. Los mercados quedan muy retirados, deberías considerar mudarte.—Ah, ¿sí? — no salía del asombro, tampoco sabía qué decir.—Espero no te moleste que haya comprado algo de comida para ti — sonrió ladeado—. Debes alimentarte mejor. Traje croissant, son muy ricos. ¿Gustas?Me lancé a sus brazos por impulso, robando sus labios y deleitándome por completo de su sabor. Por unos segundos quedó pasmado, pero no tardó en envolverme entre sus brazos y pegarme a más contra su cuerpo. Sí, m
No quise saber quién carajo era "Milly", de hecho, ya no tenía muchas ganas de ir al club donde pretende llevarme, pero ya no podía echarme para atrás. Kilian se veía muy animado, lo demostraba con su entusiasmo, diciéndome varias cosas delBDSM, las cuales no puse ni la más mínima atención. En mi cabeza solo rondaba una pregunta; ¿habrá tenido algún tipo de relación con Milly?Tan pronto llegamos al"Afrodita",un hombre de ojos azules y cabello tan negro como la noche nos recibió alegremente. El hombre era muy guapo, y junto a él se encontraba una mujer muy bonita. No me cabía la menor duda de que ella era la tal Milly, pues en cuanto vio a Kilian se lanzó a sus brazos como buena amiga. ¿Qué es esto tan desagradable que estoy sintiendo por dentro? No puedo sentir celos tan pronto de él.Kilian deposit&o