Después de recibir la gran noticia, Sofía y yo estábamos más enamorados que nunca. Nuestro amor estaba listo para recibir el nuevo fruto de nuestro amor.

Pero la maldad de Samantha estaba muy cerca, demasiado cerca a mis amores. Una noche, mientras Sofía y yo estábamos en nuestra habitación, escuchamos una melodía que venía de afuera. Era el sonido de una flauta.

Sofía y yo nos levantamos inmediatamente y miramos por la ventana para saber de dónde venía el sonido, pero no vimos nada. Le dije a Sofía que fuera con nuestro hijo, mientras yo iba por el arma. Bajé con cuidado y abrí la puerta. Todo estaba oscuro, era casi la medianoche.

De repente, vi una sombra que se movía entre los árboles, pero cuando me dirigía hacia allá, algo me golpeó fuertemente en la cabeza. Perdí el conocimiento y cuando desperté, estaba amarrado a una silla dentro del granero donde Sofía y yo habíamos hecho el amor por primera vez.

- ¿Qué pasa? - pregunté mientras trataba de soltarme.

- No puedes hacer nada, m