CAPITULO 9

Capítulo 9

Laura

Todo mi cuerpo se rendía ante él. Es  como si hubiera sido creada para responderle a él y solo a él. Metía mis manos en sus cabellos y no podía parar de besarlo. Su aliento fresco y con sabor a menta. Me embriagaba. El roce de nuestros dientes y lo toques de nuestras lenguas. Empezando a hacerse amigas. Me fascina. Había esperado esto toda mi vida y había sido mejor de lo que esperaba.

Cuando se detuvo paso su mano por mi cara y luego su pulgar por mi boca. yo apenas podía respirar

– Te extrañe Laura – dijo aun sobre mis labios

– Y yo te extrañe a ti Damiano – y nos hundimos en un abrazo

– tengo que irme a trabajar. Tengo un jefe un poco peculiar

– que tiene de peculiar tu jefe – su voz era juguetona

– no le gusta mucho las impuntualidades y tiene un carácter un poco intenso

– así pues, creo que ya debería irse. No queremos que este intenso hoy, aunque creo que no podrá estar intenso porque ha tenido un día maravilloso

– pues esperemos a ver cómo me va –

Dije alejándome de la pared y dirigiéndome a la puerta. Entonces me tomo me dio vuelta y me volvió a besar. Me soltó y dejo que me fuera. La alegría no me entraba en el cuerpo. No podía esconder mi sonrisa. Fui por mis cosas que las tenía Daliza y ella estaba con Fiorela y Renato

 << cálmate porque si no lo haces. Te preguntaran que paso y no quieres decirle que tu jefe te pego de la pared y te dio un apasionado beso >> me repetí mentalmente mientras me acercaba a ellos.  

Camine hacia ellos los salude

– hablamos con Damiano para que se tomaran el día libre hoy. hay algo que los cuatro deberíamos contarle a Daliza – cuando me dijeron así me asombre mucho y me boca reacciono primero y hable sin pensar

– ¿están seguros?

– si Laura estamos seguros. Necesitamos todo el apoyo que podamos para cuando hablemos con nuestros padres – dijeron entre los dos

– pues bien, y a dónde iremos

– a un día de campo

– Me parece perfecto – dijo una voz detrás de mí. Su voz. La voz gruesa y vibrante de Damiano

– a mí también las muchachas y yo iremos al supermercado a comprar las cosas y prepáralas para llevarlas. Pasen por nosotros dentro de una hora

– Laura odia llevar comida comprada a los días de campo y estoy segura de que no se arrepentirán de la espera. Cocina como los ángeles la mujer

– sí y así podremos cambiarnos no voy a ir a un día de campo con ropa de oficina y ustedes tampoco irán en traje y corbata así que vamos

– bien ustedes tres vayan en mi auto. Para que no pierdan tiempo y Damiano y yo iremos en su auto. En su casa en una hora – dijo Renato

Parecíamos adolescentes escapándose de clases. y eso me gustaba para decir verdad todo de este día todo me gustaba. Cuando llegamos al súper mercado tomamos jamón y varios quesos frutas y pan. Vino para los muchachos. y jugo para mí. Decidí hacer un pequeño bizcocho así que tome los ingredientes tome muchas golosinas y mucho chocolate necesitaba mucho valor para lo que íbamos a hacer cuando llegamos a la casa lo primero que hice fue armar el bizcocho y meterlo al horno

Con el bizcocho ya en el horno. Me dedique a cambiarme me puse un short color negro no muy corto unas lindas sandalias color coral  y una camisa del color de las sandalias. Trate de que fuera un poco holgada para que el short no se viera muy atrevido. Me recogí el cabello en una cola de caballo. y estaba lista. Daliza y Fiorela aun no estaban listos. Mire el bizcocho y le faltaban como veinte minutos así que me encargue de sacar las compras de las bolsas y ponerlos en envases con sus tapas. Los empaque en una canasta de tenia Fiorela para picnics y también puse platos cubiertos y vasos. Puse también un cuchillo para el bizcocho tenía una bandeja plástica de esas que dan en las pastelería y puse ahí mi bizcocho fundí un poco de chocolate y lo decore con eso le puse frutas y lo empaque. Aproveche de ya las chicas estaban listas para ir por mi bolsa con mi teléfono y otras cosas. Pase por el baño mientras ellas estaban en la sale y escuche cuando llegaron

Exactamente una hora necesito un premio por todo lo que hice en una hora

– ¿listas?

– si solo falta Laura – escuche que dijeron

Salí del baño y todas llevaban short igual que yo, pero me asombro ver al gran Damiano Di Francesco con un pantalón de caqui a las rodillas y linda camisa de casuales mangas cortas negra y a su hermano, pero Damiano se veía mejor

– ya estoy aquí vámonos –

Al llegar al estacionamiento Renato comienza a dar órdenes. Y estoy pensando en que si eso de ser mandonas es algo de familia

 – Laura y Damiano se irán en un auto –

– Daliza. Fiorela y yo en mi auto. Pasaremos por unas cosas y nos encontramos con ustedes allá. Reserven un buen lugar

Subo al auto. Y espero a Damiano que esta guardando todas las cosas en la maleta del auto. Acomodo mi cinturón de seguridad. Y espero

– lo sabe ¿verdad? se lo contaste a Renato

– si Laura. Es mi hermano y mi mejor amigo. No hay nada de mí que no sepa

– bien entonces tendré que contárselo a Fiorela

– Pensé que se lo habías contado – parece asombrado

– no… yo… creí que tú no querrías que nadie se enterara

– pues de hecho quiero que todo el mundo se entere. A su tiempo claro, pero Fiorela y Renato son indispensables a la hora de enterarse

– ya… pues… más tarde le diré.  y estás de acuerdo con que le cuentes a Daliza lo de ellos dos

– pues sí. Laura ella es su prima y su hermana y necesita saber

Entonces no reímos mucho del hecho de que Daliza fuera prima cuñada de Fiorela y hermana prima de Renato. No hablamos en un rato hasta que me pregunto

 – como es que nunca habías besado a alguien

– ya te dije que nunca tuve novio y para los chicos en mi país o en cualquier país del mundo soy  un poco fea

– pues me alegro que ninguno de esos patanes que piensan que eres fea. Te hayan besado porque para mí eres hermosa Laura muy hermosa

– gracias Damiano. Pero no tienes porque mentirme –

No hablamos hasta llegar a un lugar muy hermoso era como un club para día de campos. la gente rica sí que malgasta su dinero en cosas totas

Cuando nos estacionamos ubicamos un lugar y al rato llegaron los demás mi cerebro estaba programando como le diríamos a Daliza lo de Fiorela y Renato sacamos todas las cosas de los autos y empezamos a preparar todo

– Daliza tenemos que hablar contigo – el pobre  se oye muy nervioso – Esto es muy difícil de explicar, pero es mejor que lo sepas – le dedico una mirada a Fiorela. Quien le animo con una sonrisa – pues bien, veras desde hace dos años mantengo una relación con una chica y nadie sabía excepto Damiano y ahora Laura y quiero que tú lo sepas

– ¿tu? ¡¿Una relación enserio?! ¿Con quién? – dijo Daliza

– Conmigo –  dijo mi mejor amiga poniéndose al lado de Renato y tomando su mano – suave como el algodón Fiorela. Muy digno de ti

– pues la verdad no sé qué decir

– no tienes que decir nada ahora. yo entiendo que sea difícil de entender

– no. Es  solo que no sé qué le voy a decir a la gente cuando te presente como mi prima cuñada y a ti como mi hermano primo va a ser algo loco, pero me gustan si se quieren muchachos yo los apoyo – salió corriendo y los abrazo a ambos

– Te quiero hermanita – dijo Renato besando su frente

– y yo a ti

– Y a ti te voy a matar por no haberlo contado – dijo asesinando a Damiano con la mirada

– si te tranquiliza a mí me lo conto hace unos meses después de dos años – digo para animar el momento

– cómo es que lo toman tan normal somos dos primos que crecimos como hermanos que se enamoraron y para ser franco tiene mucho sexo – dice Renato algo molesto y asombrado. Vi la cara de Fiorela cambiar y note un rastro de dolor en ella

– Uau… lo de tener mucho sexo es algo un poco difícil de creer al menos para mí. Ya que no se dé dónde saca tiempo mi mejor amiga para tener tanto sexo. Y no me quiero ni imaginar en los lugares donde tienen sexo. Pero Renato si la amas lo demás está sobrevalorado  eso es lo que importa. Y creo que para los demás que están sentados aquí también. Eso es lo que les importa. Así cásense tenga mucho sexo. Y denme dos sobrinos. Solo dos no creo que pueda con más de eso – les dije a ambos dándoles un beso y un abrazo

– Gracias Laura – me dijo Fiorela con los ojos llenos de lágrimas. Ay Dios cuanto adoro a esta mujer

– no. gracias a ustedes por hacerme sentir parte de la familia

Por primera vez en mi vida sentía que tenía amigos además de Fiorela. que podía abrirme a ellos. Ser sincera y no me juzgarían en lo absoluto

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo