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Josie y el Coronel
Josie y el Coronel
Por: Alejandra de la Porte
CAPÍTULO 1. Josie y el Coronel

Apenas eran las 2 de la tarde, repetía ella en su mente, faltaban aún 5 horas para que su vuelo llegara a la ciudad, había esperado meses para hacer ese viaje y ahora, cuando más cerca estaba, más se arrepentía de haber ido, pero ya no podía retrasarlo más; cada vez que veía el reloj era como si el tiempo hubiera decidido transcurrir tan lentamente que parecía que se había detenido, volvió a ver su reloj y apenas eran las 2:02 eso era increíble, apenas habían pasado 2 minutos desde la última vez que lo había visto. Necesitaba distraerse, llevaba su computadora consigo por lo que se levantó para sacarla del compartimento de equipaje arriba de su asiento, precisamente por esto le gustaba sentarse en el asiento que da al pasillo, por la libertad que le brindaba, si quería pararse o caminar o simplemente para ir al baño, no tenía que pedirle permiso a nadie.

En cuanto se puso de pie, abrió el compartimento para sacar el maletín con la computadora, el avión comenzó a cimbrarse y moverse violentamente, las maletas y su maletín iban a caer encima de ella, las vio venir pero no había espacio para evitarlas, en eso sintió como unos brazos la jalaban, ambos casi se caen en el pasillo, las maletas alcanzaron a golpearlos un poco pero no a hacerles daño, la zona de turbulencia había terminado, o al menos eso dijo el capitán, aunque ella no recordaba que hubiera avisado que iban a entrar a una zona de turbulencia, en cuanto pudo se puso de pie, el caballero que la había salvado era un hombre corpulento de avanzada edad, estando ella ya de pie, lo ayudó a pararse mientras le daba las gracias, el caballero le sonrió y le dijo que era un placer salvar a una jovencita tan bonita como ella.

Ambos iban sentados en la misma fila y en el asiento que da al pasillo por lo que siguieron platicando, él se presentó, le dijo que era el Coronel Arturo de la Garza, Coronel de las fuerzas aéreas, ella le dijo que era Josie, alumna de la universidad, la plática fue tan amena que a partir de ahí a Josie se le hizo que el tiempo pasaba más rápidamente, de hecho lo platicó con el Coronel y éste le explicó que el tiempo era tan relativo como cada uno lo perciba, por ejemplo, él le dijo que tenía casi 75 años y que el tiempo cada vez pasaba más rápidamente, el tiempo nunca es suficiente cuando te diviertes, le dijo el Coronel a Josie mientras le giñaba el ojo y agregó, tengo tantas cosas que hacer que no creo que me alcance el poco o mucho tiempo que me queda de vida.

El Coronel y Josie siguieron platicando hasta que el avión aterrizó, incluso esperaron a que los pasajeros bajaran, cuando ya no había a nadie más que esperar, ambos se pusieron de pie, tomaron sus pertenencias y salieron del avión, cuando entraron al aeropuerto, ambos intercambiaron teléfonos, Josie sonrió al pensar que si él hubiera sido más joven, quizás hubiera sido el inicio de una historia de amor, de esas que solamente pasan en las películas, ambos quedaron en comunicarse al día siguiente, el Coronel la había invitado a una exposición de arte que iba a llevar a cabo uno de sus nietos. Mientras Josie iba por su equipaje, notó que el Coronel viajaba ligero, siempre le había llamado la atención la gente práctica, esa que sabe viajar y no carga con tantas cosas que al final ni se usan. Cuando vio su equipaje, lo jaló para sacarlo de la banda transportadora, definitivamente ella no viajaba ligero, pensó mientras buscaba con la mirada al Coronel para despedirse, ambos cruzaron miradas y ella extendió la mano para moverla de lado a lado como señal para decir adiós, el Coronel sonrió e hizo lo mismo.

Ya con el equipaje en mano, salió para buscar un taxi que la llevara al hotel, aún era temprano lo que le daba tiempo de dejar las cosas en el hotel y salir inmediatamente ubicar la oficina donde tenía la reunión al día siguiente, estaba tan nerviosa que no quería llegar tarde.

Mientras esperaba para hacer el “check-in” en el hotel, le llamó la atención que todo el personal estaba nervioso, así que le preguntó a uno de los recepcionistas si estaba pasando algo, él le dijo que no exactamente sino que uno de los dueños de la cadena de hoteles se iba a hospedar ese día así que todo el personal estaba en alerta, Josie sonrió y le preguntó:

- ¿Y ya saben quién es o cómo es esa persona? -

- No, solamente se nos dijo que era alguien muy importante y no nos dieron más información -

- Bueno, esperemos que les vaya bien - le dijo Josie sin dejar de sonreír

Cuando le tocó su turno, la atendió el mismo recepcionista con el que estaba platicando anteriormente, lo cual hizo que Josie volviera a sonreír, cuando el muchacho le preguntó el número de reservación Josie con una sonrisa se lo proporcionó junto con su nombre, el empleado al escucharlo, la volteó a ver y le dijo:

- ¿Usted es Josie Limantour?, perdón, la señorita Josie Limantour, heredera del Grupo Empresarial Limantour? -

- Sí, soy yo, de hecho creo que soy yo la persona que estaban esperando – le dijo Josie sonriendo al ver su cara de asombro.

-Nadie nos dijo que era usted la que iba a venir, y menos que es tan joven – dijo el recepcionista.

- No se preocupe, casi nadie sabía que iba a venir, de hecho había retrasado mi visita porque quería seguir en el anonimato pero creo que a partir de mañana ya no se va a poder – le dijo Josie

- Esperamos que su estancia en el hotel sea placentera, ¿quiere la suite presidencial como su primo cuando viene? -

- No, gracias, deme una habitación normal, yo prefiero que esa habitación la use alguno de nuestros huéspedes, además yo no necesito tanto – le contestó Josie

- Perfecto, su habitación es la 2003, un botones le llevará su equipaje, ¿desea algo más? – le dijo el recepcionista

- Si, por favor, necesito un taxi – le dijo Josie

- ¿No le asignaron chofer? A su primo siempre le asignan un chofer – le dijo el recepcionista al mismo tiempo que recibía una mirada como llamada de atención de otra de las personas de recepción.

Josie hizo como que no se había dado cuenta de ello, pero decidió investigar más sobre su primo, al parecer, visitaba mucho ese hotel, su primo era hijo de un hermano de su padre, el hermano con el que su padre se había peleado hace ya muchos años y por el que la familia se había dividido. Jamás contó su padre el motivo de esa disputa por lo que supuso que debería ser algo muy grave, desgraciadamente su padre y su madre habían fallecido hacía algunos meses y esa versión ya no habría forma de saberla, debió haberle insistido a su padre que se la contara, intuía que su primo y quizás la familia de él le iban a causar muchos dolores de cabeza.

El teléfono de la habitación sonó para avisarle que el taxi que había pedido la estaba esperando, Josie dio las gracias y salió del cuarto. Cuando se subió al taxi, le proporcionó al taxista la dirección de la sede del Grupo Limantour en ese país, Josie solamente quería ver el edificio, no iba a entrar esta vez para no causar revuelo, sabía que la seguridad era muy rigurosa y que le iban a pedir alguna identificación, no quería que nadie se diera cuenta de lo nerviosa que estaba. Al llegar al edificio, Josie se asombró, ¿en realidad su familia era tan rica? Ella sabía que era muy afortunada al haber nacido en una familia acomodada pero nunca le interesó saber más, ahora debía comenzar a poner atención, al día siguiente cumpliría 21 años y le iban a entregar las riendas del Grupo.

Ya cuando se sintió tranquila, que pudo medir mejor la distancia y la dimensión de lo que vería al día siguiente, decidió relajarse, le pidió al taxista que la llevara al Centro Comercial más cercano, este fue el Centro Comercial propiedad del Grupo Limantour, por lo que Josie volvió a ponerse nerviosa.

Al bajar del taxi, fue directamente a una de las tiendas de zapatos que más le gustaba, sin dudarlo entró y se compró un par de zapatos negros con suela roja que combinarían a la perfección con el atuendo que usaría al día siguiente, su madre siempre le había dicho que el vestido hace la ocasión y no al revés, por lo que ella se había esmerado en escoger la ropa que se iba a poner cuando cumpliera 21 años, sin embargo, no podría usarlo, ese era un vestido de fiesta ya que se había organizado un gran evento, pero, sus padres habían fallecido y los abogados estaban como locos buscándola, ella no había querido atender a nadie pero sabía que en cierto momento tendría que hacerlo, así que después de reunirse con el abogado principal, se puso en marcha la sucesión, como hija única era la que heredaba todo, es decir, más del 51% de la tenencia accionaria del Grupo y una cuantiosa fortuna adicional, así como la herencia que le habían dejado sus abuelos la cual se le entregaría cuando cumpliera 21 años, ella sabía que pasaría a ser una de las personas más jóvenes en poder de una fortuna, no se sentía preparada para ello, por lo que inicialmente decidió confiar en los abogados de sus padres.

Mientras caminaba por el Centro Comercial, recibió un mensaje de texto del Coronel, quien le recordaba la de la exposición, en el mensaje agregaba la ubicación, la hora y un enlace electrónico donde se hablaba de la obra del nieto del Coronel, Josie inmediatamente lo abrió, quería saber cómo era el nieto del Coronel peros solamente había un muestrario de las obras y una pequeña biografía, pero nada de foto, decidió “googlearlo” y ver si encontraba algo en las redes sociales, en cuanto puso el nombre, vio como aparecían varios enlaces, pero, nada de fotografías, se le comenzó a hacer algo extraño, lo cual despertó su curiosidad, ahora, definitivamente iría al evento.

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